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Hombres necios que acusáis, por Jorge Rozemblum

Una universidad de los “territorios en disputa” (llamémosles así para evitarnos algunas horas de discusión) ha publicado un informe que confirma la deriva hacia la izquierda de la sociedad israelí. Sí, habéis leído bien: cada vez son más los israelíes (y ya son mayoría) que preferirían una “solución de dos estados”, es decir, la creación de un nuevo estado palestino independiente al lado del estado judío de Israel.¿Han visto la luz? ¿Por fin les han convencido las razones y crónicas de los corresponsales de la prensa española en la zona? ¿Netanyahu ha perdido su carisma? Nada de eso. Sorprendentemente (para algunos empeñados en su demonización), más de la mitad del país no quisiera convertirse en lo que los demás pregonan que es: un “apartheid”, un estado con una minoría árabe-palestina que amenace su propia identidad o que haga que alguno se plantee discriminaciones internas a fin de evitar el objetivo para el que fue ideado (sionismo) , legalmente adjudicado (Declaración Balfour de 1918) e internacionalmente aceptado (Partición de 1947 e incorporación a Naciones Unidas en 1948). Tal como se señala en todos los documentos de la idea, legalidad y aceptación, estas tierras están destinadas a servir de hogar al pueblo judío. Y al menos las dos primeras etapas tuvieron lugar antes del Holocausto, no a consecuencia del mismo como a algunos les gusta apostillar errónea y malintencionadamente.Ello me recuerda un famoso poema de una de las más grandes poetisas hispanas de todos los tiempos, nacida en lo que siglos después sería México, Sor Juana Inés de la Cruz (de quien algunos apuntan incluso posibles raíces judías): “Hombres necios que acusáis”, cuya defensa de la dignidad femenina bien podría extrapolarse a otro tipo de discriminaciones. Acusan a los israelíes de lo que muchos pretenden evitar que llegue a suceder, como si fuera una realidad actual, sin señalar a los que llevan a cabo dicha mala práctica justamente desde la creación del estado de Israel: los países que acogieron a los refugiados palestinos que abandonaron sus casas a instancias de los ejércitos árabes invasores y que hoy día, 65 años después, siguen sin otorgarles derechos ciudadanos básicos (ni a sus hijos y nietos).Déjenme que “peque” de la tradicional afición argentina al psicoanálisis para traerles la definición de lo que, en esa disciplina, se entiende por proyección, “un mecanismo de defensa que opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto”. Hagan una lista de las acusaciones contra Israel (valen también contra los judíos) y verán cuán frecuentemente se usa este mecanismo. Tachan de racista a Israel por no admitir el retorno de los refugiados cuando, según ellos mismos han declarado, ni la Autoridad Palestina ni por supuesto Hamás admitirán que vivan en su futuro estado ni un sólo judío (muchos colonos de esta fe estarían dispuestos a quedarse donde están, no importa bajo qué bandera). Nos roban nuestra historia y nuestros símbolos, hablando de su propio genocidio y holocausto, y hasta pretenden convencer al mundo de que Jesús era palestino, habiendo muerto casi cien años antes que un emperador romano, harto de la obcecación de los habitantes de Judea por conservar su fe, los castigase inventándose el nombre de Palestina, y cinco siglos antes que los árabes salieran a conquistar el mundo y a expandir su recién nacida fe. Como diría la mencionada poetisa del siglo XVII, “acusáis sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis”. Jorge Rozemblum es director Radio SefaradPulse aquí para acceder a la programación semanal completa y a los enlaces de Radio Sefarad

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Nos, los conspiradores, por Jorge Rozemblum

¡Hermanos judíos!: ha llegado la hora de confesar nuestras verdaderas intenciones. Los gentiles (no judíos) han intuido durante siglos nuestra conspiración, pero han ido muy desencaminados. Que si deicidio, que si crímenes rituales, que si planes para adueñarnos del mundo… Cuántas páginas vanas de las mejores mentes del antisemitismo se han desperdiciado: “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, “Mi lucha”, “El Plan Andinia”, etc. Y lo más gracioso es que siempre han tenido las evidencias delante de los ojos y no han sabido verlas. En el libro más vendido y traducido de la historia.Nuestros detractores nos acusaron de las pestes, de las derrotas militares, de las hambrunas y crisis económicas, de las revoluciones: minucias y distracciones de nuestro verdadero plan. Es hora de confesarlo. Nos hemos confabulado para llevar la palabra de un único ser divino a toda la humanidad y ya lo hemos conseguido en Occidente: de nuestro seno surgieron las otras religiones monoteístas como el cristianismo y el islam. Y también (es hora de contarlo), a pesar de dificultar la lectura de nuestro Talmúd escribiéndolo en una antigua lengua extinta (lo que ha llevado a nuestros perseguidores a imaginarse vaya uno a saber qué planes y mensajes malignos ocultos en sus hojas), allí dejamos constancia de nuestra misión. Nos habéis pillado: se llama “tikún olám” y consiste en intentar que el mundo sea un sitio cada vez mejor.Esta claro que ambos objetivos no se han logrado plenamente: incluso entre las sociedades monoteístas hay retrocesos en forma de nuevos ídolos e ideologías paganas (fascismo, comunismo, populismo) y violencias justificadas (racismo, fundamentalismo, terrorismo). Y aunque el “tikún olám” parezca un completo fracaso cuando uno lee la prensa, la verdad es que estamos mucho mejor que hace dos mil años, que hace mil, quinientos, cien e incluso hay menos guerras y violencia organizada hoy que hace dos décadas. Haced memoria y sed justos.Por supuesto, el mérito no es nuestro, sino del Jefe, que en algún capítulo de la Torá se alió con este pueblo para no tener que volver a inundar la Tierra y recomenzar de cero. El plan es fantástico y sigue vigente cuatro mil años después. Como en todo “emprendimiento” (como se dice ahora), la “asignación de responsabilidades” despierta recelos: es lo que comúnmente se llama antisemitismo o judeofobia, y que seguramente estaría contemplado en el apartado de “efectos colaterales”. Pero, echando la vista atrás, y a pesar del dolor por lo sufrido y por lo que nos queda todavía por vivir, vemos cómo los “objetivos” se han ido cumpliendo y somos los únicos supervivientes de aquellos tiempos (¿dónde están los babilonios, persas, antiguos egipcios, griegos y romanos?) que han logrado conservar su identidad. Es lo bueno de tener clara cuál es la “misión” en este mundo.De modo que ahorraros tanta tinta vana, el odio caprichoso y las envidias injustificadas, y empezad a ver la confabulación real que se evidencia ante vuestros ojos, no las fantasías de la arrogancia y el desprecio. Como se suele decir en España: si esto no es una conspiración, que baje Dios y lo vea. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad.Pulse aquí para acceder a la programación semanal completa y a los enlaces de Radio Sefarad 

actividades culturales

Más de 50 sefardíes de todo el mundo participaron en la II Cumbre Erensya

Centro Sefarad-Israel impulsó entre 3 y 7 de junio la II Cumbre Erensya, que se desarrolló en Estambul y Esmirna. Ambas ciudades albergan sendas comunidades sefardíes que durante generaciones han guardado las señas de identidad que les vinculan con su raíz hispana. Durante cinco días de desarrolló un nutrido programa de actividades culturales e institucionales, así como diversas sesiones de trabajo con el objeto de fortalecer el vínculo entre España y las comunidades sefardíes y de éstas entre sí. Comunicación y Nuevas Tecnologías, Memoria e identidad, Tradición y Cultura, Educación y Juventud, fueron los campos sobre los que se debatieron diversas iniciativas a desarrollar. El encuentro con las comunidades locales, la convivencia entre sefardíes de diversas ramas diaspóricas, y la visita a lugares –museos, sinagogas-  histórica y culturalmente ligados a la huella sefardí fueron constantes de una experiencia memorable. Buenos Aires, Caracas, México, Río de Janeiro, Sarajevo, Belgrado, Sofía, Salónica, fueron algunas de las comunidades que estuvieron representadas. Asimismo la Red de Juderías acudió a la cita en Turquía con una representación de alcaldes y concejales de diversos ayuntamientos españoles cuya historia y patrimonio arquitectónico se liga a la tradición judía. Radio Sefarad: e-sefarad: Erensya (IV) y Gran Bretaña Radio Sefarad: Desde la Primavera Turca, con Carolina Aisen Radio Sefarad: e-sefarad: Cobertura en vivo de Erenysa Cultura Ávila: García Nieto a la cabeza de la delegación de la Red de Juderías en la Misión Erensya 2013

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Mis mejores amigos son antisemitas, por Jorge Rozemblum

La realidad es muy cruel y se empeña en destrozarnos las ficciones en las que nos gusta instalarnos. Por ejemplo, cuando uno descubre que un amigo de toda la vida o casi, que se tiene por un combatiente del antisemitismo, te suelta no una crítica a las acciones de Israel (siempre válidas), sino el clásico discurso de la artificialidad del estado de Israel, su ilegalidad y su perversa naturaleza como estado de los judíos. Y ahí te quedas, con cara de tonto, viendo cómo aquél que proclama a los cuatro vientos las bondades y maravillas de la cultura hebrea, tu compañero de músicas klezmer y sefardíes, de la belleza del judeoespañol y crítico implacable de la expulsión de los judíos de España en 1492, en realidad está convencido de que todo el mundo tiene derecho a su propio país menos tú (nosotros, los judíos). O que aceptaría que existiese un país llamado Israel, pero no que sea judío, ni que los judíos del mundo tengan derecho a ser ciudadanos del mismo ya que no han nacido allí. Y que eso es lo que propicia el antisemitismo. Como quien dice, un odio que empezó hace 65 años.Y da igual que le cuentes la historia, que le recuerdes que fueron las propias Naciones Unidas (mucho antes que aceptaran a España en su seno) las que determinaron la creación de un “estado judío” junto a un “estado árabe” (por entonces nadie usaba la palabra “palestino”, que se refería únicamente a la ocupación extranjera por el Reino Unido), ni que le rebatas una por una las falacias y mentiras de los que huyeron instigados por los ejércitos árabes que querían arrasar a los judíos en 1948 y los compares con los que se quedaron y conforman casi un quinto de la población del país (1,4 millones de árabes israelíes) con todos sus derechos democráticos y algún que otro deber a los que no están obligados (como servir en el ejército). Nada vale ante la cita de cualquier difamador (mejor si es israelí), ante la propaganda de los otros. Y eso que a quien conoce personalmente es a ti y no al otro. Tu palabra no vale como la de los demás, pero no te atrevas a insinuarle que su postura es discriminatoria y que tiene un nombre. Eso se consideraría un insulto.Y de repente te encuentras en el mismo punto que hace 68 años, cuando se acaba la guerra y los pocos supervivientes judíos del mayor de los horrores vuelven a sus propios hogares europeos y no sólo encuentran que ya no existen o son otros quienes los ocupan, sino que sus compatriotas (de las naciones que perdieron o ganaron la contienda, de las que fueron sometidas, de las que quedaron a uno u otro lado del Telón de Acero del comunismo: da igual) los miran con desconfianza porque son los incómodos testigos de su propia bajeza e inacción ante la injusticia con el vecino, como aquel luchador contra el antisemitismo al que se le cae de la mano su baraja de prejuicios y estigmas y su careta de empatía. La víctima es el culpable, el que provoca la violencia por pretender no serlo. Entre los judíos hay una frase que nos eriza la piel y nos pone en estado de máxima alerta: “mis mejores amigos son judíos”. Desconozco por qué los mayores judeófobos en todas las latitudes se ven impulsados a pronunciar esa declaración. Seguramente tranquiliza sus conciencias decir en voz alta esta frase, que es como afirmar: mi odio no es gratuito, sé de lo que hablo, los propios judíos se han sincerado y me han confesado todos esos pecados de los que venimos acusándoles a lo largo de la historia: deicidios, crímenes rituales, conspiraciones y un larguísimo etcétera (dos mil años dan para mucho). Por eso, en esta ocasión, y con toda la ironía y el sarcasmo de las paradojas, pido sus disculpas por titular así esta columna: “mis mejores amigos son antisemitas”. Y es que a algunos acabo de descubrirlos (mejor, acaban de mostrarse). Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad; en el siguienteenlace la programación semanal del 1 al 7 de junio

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«The Early Modern Period in Jewish History» curso de postgrado en el CSIC

El curso «The Early Modern Period in Jewish History» que ha tenido lugar durante abril y mayo intentaba definir y describir una era distintiva en la historia cultural y social de los judíos que abarca, aproximadamente, desde 1500 a 1800. El período moderno temprano representa para los judíos más que una etapa de transición desde la Edad Media a la Modernidad, por lo que debe ser estudiada como un estadio crítico en la formación de la civilización judía moderna. El curso se centró en el análisis de cinco aspectos relevantes que caracterizan el período: incremento de la movilidad de las comunidades y de los individuos judíos; cohesión comunitaria y procesos de «laicización»; explosión del conocimiento impulsado por la expansión de la imprenta y el desarrollo de las universidades; crisis de autoridad precipitada por un mesianismo radical; y finalmente, el desdibujamiento de los límites religiosos, sociales y culturales, en especial, entre judíos y cristianos. Este curso ha sido impartido por David B. Ruderman que es Joseph Meyerhoff Professor of Modern Jewish History en la Universidad de Pennsylvania, y director del Herbert D. Katz Center for Advanced Judaic Studies de Filadelfia. Entre sus obras destacan: Early Modern Jewry: A New Cultural History (Princeton, 2010), y Jewish Thought and Scientific Discovery in Early Modern Europe (New Haven and London, 1995). Ver entrevista al profesor David R. Ruderman para Jewish News One

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“Sí, eso existe”. Los sefardíes en el corazón de Europa, por Pilar Romeu

Tras la reciente aparición del último título de la colección  M. Studemund-Halévy, C. Liebl, I. Vučina (eds.). Sefarad an der Donau. Lengua y literatura de los sefardíes en tierras de los Habsburgo (Barcelona: Tirocinio, 2013), he debido responder frecuentemente a la pregunta de rigor: “¡Anda! ¿Pero eso existe? ¿Había sefardíes en el corazón de Europa?”.Negar o dudar de la existencia de aquello que se desconoce (y que tampoco se ha tratado de averiguar) resulta banal, pero alarmante. No menos alarmante que la infinidad de tópicos que siguen poblando las mentes de muchos ciudadanos españoles (desinformados en la época de la información) respecto a los judíos y, especialmente, a los judíos de origen hispano. Pero no sólo. La desinformación afecta también a muchos sefardíes, que desconocen la existencia de la peculiar rama vienesa y centroeuropea del judaísmo sefardí que la barbarie nazi se llevó por delante.El origen de esa comunidad podría esbozarse como sigue. A partir del siglo XVIII fueron llegando a la capital del Imperio austro-húngaro, hombres de negocios turcos de origen portugués y español a los que el tratado de Karlowitz (1669) entre Austria y el Imperio otomano había garantizado ciertos derechos de estancia y residencia. De inmediato surgió la necesidad de organizarse para rezar. Moshe Lopes Pereira (alias Diego de Aguilar) prestó su propia casa a tal efecto; por ello es considerado el fundador de la comunidad sefardí vienesa. Después llegaron los Camondo, Nissan, Echkenazy, Arouetti, Mayo… Aunque podían optar por la nacionalidad austríaca, muchos de ellos siguieron siendo turcos. El primer gran templo llegó en 1881 de la mano de Marcus R. Russo, inaugurando la época más gloriosa del sefardísmo vienés, que no se limitó a existir sino que dejó trazas indelebles.En palabras de Studemund-Halévy (pág. 437): “Viena como lugar de preferencia para la impresión de ediciones sefardíes, se remonta a la tendencia josefínica de promocionar la imprenta de producción local propia, tanto como a la prohibición de importación de obras de imprenta hebraicas a las tierras de los Habsburgo promulgada en el año 1802. Dicho decreto de prohibición de ‘libros judíos y hebraicos para religión y enseñanza impresos en el extranjero’, encumbraría a Viena a una posición de monopolio. Las imprentas vienesas, particularmente la de Anton (von) Schmid, a quien pronto le seguirían otros, abastecerían en corto tiempo esas tierras y sus aledañas en el extranjero, particularmente en el Este, con libros hebreos y judíos” y, por supuesto, también en judeoespañol.Cerca de 250 impresos se han conservado hasta nuestros días, clasificados en diez grupos: (1) biblias; (2) libros de oraciones [arba ta’aniyot, mahzorim, sidurim, selihot]); (3) hagadot; (4) musar; (5) libros históricos; (6) gramáticas y manuales; (7) antologías literarias e históricas; (8) novelas; (9) teatro y (10) poesías (komplas). El análisis de este repertorio puede arrojar mucha luz sobre las preferencias de lectura entonces vigentes en las tierras de los Habsburgo.Al mismo tiempo, funcionaban asociaciones culturales de diversa orientación que acogían en su seno jóvenes sefardíes que se habían desplazado hasta Viena para graduarse en la Universidad, preferentemente como médicos y abogados, y que una vez regresados a su lugar de origen inculcaban a sus correligionarios las nuevas ideas. Una de ellas fue La Esperanza, de tendencia sionista. Según Vučina (pág. 358): “Los esperancistas, como nueva élite intelectual de sus comunidades de origen, influyeron fuertemente en la difusión de las ideas de la Esperanza de Viena y en la creación de una nueva y compleja identidad, tanto étnica como lingüística, de los sefardíes de Sarajevo de la primera mitad del siglo XX”.Para intentar ahondar en esta fascinante historia, en junio de 2011 se reunió en Viena un grupo de especialistas en Lengua y Literatura sefardíes para discutir el lugar y la importancia de Viena en las redes sociales e intelectuales entre los sefardíes de Oriente y de Occidente.En este primer encuentro se trataron asuntos como: la lengua sefardí y su evolución en Viena, las actitudes de los sefardíes ante su propia lengua, las influencias del alemán y de las lenguas balcánicas sobre el judeoespañol, la lengua sefardí en la prensa judeoespañola aljamiada y en letras latinas, la occidentalización de la vida y la modernización de la lengua y cultura de los sefardíes vieneses en los siglos XIX y XX, la modernización de la lengua sefardí y la aportación de la filología románica para los estudios sefardíes, la producción literaria (novela, teatro, poesía) en lengua sefardí en Viena, o el lugar de Viena como punto de referencia para la modernización de las comunidades sefardíes en los países balcánicos.Así se formó un equipo internacional de lingüistas y filólogos cuyas aportaciones en español, judeoespañol, inglés, francés y alemán se reúnen en este volumen, un volumen que retrata fiel y puntualmente la sociedad sefardí en el corazón de la Europa de los últimos siglos y que abre un enorme abanico de posibilidades para adentrarse en su estudio. Su distribución en cinco secciones refleja su carácter multi e interdisciplinar: I. La evolución histórica de la prensa sefardí en tierras de los Habsburgo (A. Ayala, S. von Schmädel, D. M. Bunis, M. Cimeli, P. Días-Mas, C. Martínez Gálvez, M. Studemund-Halévy); II. Los sefardíes en la literatura (A. García Moreno, m. C. Varol, M. Studemund-Halévy, G. Collin); III. Los sefardíes balcánicos en el umbral del Occidente (E. Papo, P. Romeu, K. Vidaković, I. Vučina, T. Alexander); IV. La documentación y la digitalización del corpus judeoespañol (C. Liebl, P. Mavrogiannis, M. Studemund-Halévy, S. Fischer, S. Rouissi, A. Stulić-Etchevers); y V. Esbozo de los impresos sefardíes de Viena (M. Studemund-Halévy).A mi modo de ver, este libro constituye el inicio de un camino –corto o largo, quién sabe, pero que habrá que recorrer–, que deberá llevarnos a la larga a un mejor conocimiento de este mundo sefardí centroeuropeo que a orillas del Danubio hablaba judeoespañol enorgullecido de sus orígenes.Como guinda añadiré que gracias a este libro, por lo menos una persona sefardí ha podido explicar su origen y eso mismo me manifestó por correo electrónico hace unos días: “Ahora entiendo cómo por parte de mi

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Medio millar de personas celebran en Barcelona el 65 aniversario de la independencia de Israel, por Rubèn Novoa

Cerca de medio millar de personas se han reunido el domingo 2 de junio por la mañana en Barcelona para participar en una caminata en homenaje al 65 aniversario de la independencia del Estado de Israel y a «la contribución israelí al progreso de la humanidad», con la participación de miembros de la comunidad judía catalana, miembros de otras confesiones como evangélicos y católicos y amigos y simpatizantes de Israel en general para celebrar esta efeméride coordinada por la Afikim Foundation y que se está realizando en más de 110 ciudades de todo el mundo. La caminata, que ha salido de la plaza Francesc Macià de Barcelona y ha finalizado en el Palau Reial de Pedralbes, ha contado con parlamentos de Laurence Franks, organizador del acto, del escritor y estudioso del antisemitismo en España Eduardo Martín de Pozuelo y del Excmo. Embajador de Israel en España, Alon Bar. Alon Bar ha agradecido la organización del acto y se ha mostrado orgulloso de compartir esta caminata para recordar la «contribución intelectual, religiosa e ideológica del pueblo judío al mundo». «Con 65 de existencia Israel quiere ser más, participando con entusiasmo en el deseo de mejorar la vida humana» destacó el embajador ya que este «es un momento oportuno para hacerlo dado el interés y la atracción que generan los modelos de innovación y crecimiento israelíes «. «Queremos compartir estos avances y toda nuestra energía creativa hecha en un país tan joven como el nuestro con todo el Mundo». El embajador ha destacado que Israel es y ha sido un país de acogida donde han venido rusos, polacos, etíopes, árabes de Marruecos, Argelia o Irak «. Alon Bar también ha manifestado que Israel quiere compartir todos estos logros «con nuestros hermanos palestinos» para así «crear un país con un ambiente que sea luz para todas las naciones». En este sentido ha recordado que «estamos haciendo todo lo que podemos en Cataluña y otros lugares para acercarnos a esta capacidad de contribuir (…) al crecimiento ya la mejora de la situación económica». Según el embajador, «esta es la mejor manera de combatir estereotipos y prejuicios: compartir todas estas aportaciones al pensamiento y la investigación con todo el Mundo y con mucho entusiasmo». Finamente Alon Bar ha manifestado que «sabemos que en Cataluña hay mucha gente que se siente solidaria con nosotros y que no estamos solos. Para nosotros es muy importante». Al acto han asistido en representación del Gobierno de la Generalitat de Cataluña su Secretario de Exteriores Roger Albinyana así como también la Concejala del Ayuntamiento de Barcelona Francina Vila y otros miembros de la sociedad civil como el escritor Salvador Sostres, el presidente de la Fundación CatDem Víctor Terradellas o la activista por la lengua catalana Mercè Escarrà.  Ver álbum de fotos en facebook Rubèn Novoa gestiona el Blog Israel a Catalunya

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Mentiras como puños, por Jorge Rozemblum

En hebreo la palabra “mentira” y “borrachera” suenan igual (sheker), aunque se escriben de forma diferente. Sea cual sea el idioma que hablemos, las falsedades repetidas hasta el hartazgo desarrollan en nosotros un estado de “alteración mental”, similar al mecanismo de adicción a las drogas, que acaba interpretándose como lo contrario. Son las popularmente conocidas como “verdades como puños”, los axiomas de fe del mundo contemporáneo. Algunos ejemplos: la ocupación israelí de Gaza (de la que se ha “desconectado” hace 8 años), el “genocidio” palestino (con cifras de muertes inferiores a las que producen los accidentes de tráfico), el “lobby” pro-israelí en EEUU (de hecho, mucho menos poderoso que el de las petroleras árabes) o la proverbial riqueza de los judíos (cuando el más rico sólo llega al 5ª lugar, después de un mexicano de origen árabe, dos cristianos estadounidenses y uno español).Cada semana los medios nos traen más de estas mentiras embriagadoras. Una de las últimas: el maltrato denunciado de una joven española en el aeropuerto de Barajas por parte del personal de la compañía aérea israelí El Al, que osó interrogarla y revisar a fondo su equipaje al descubrir las incongruencias y falsedades de su declaración ante los inspectores de seguridad del vuelo. No hay más que leer los comentarios de los lectores de su blog para cerciorarse que la realidad del antiisraelísmo/antisemitismo en España es mucho peor que los resultados de cualquier encuesta. Desde la patraña más medieval al bulo más moderno, las mentiras sobre los judíos y su reencarnación israelí siguen vivas y con más “puños” que nunca. Pese a que nosotros mismos queramos convencernos de lo contrario a base de repetirnos un “mantra” (¡qué parecida la escritura de esta palabra a mentira, en español!) tranquilizador.La “puñetera” (disculpen lo malsonante de esta expresión) fijación de la mentira es tal, que incluso los desmentidos, las demostraciones fehacientes, las pruebas irrefutables se convierten -por arte de la adicción a los dogmas ideológicos- en certezas de conspiraciones ocultas. Por ejemplo, si se demuestra -como recientemente- que la televisión francesa hizo un perverso montaje del asesinato de un niño palestino al inicio de la Segunda Intifada (que se convirtió en icono justificativo de cualquier acción violenta contra los israelíes), y vemos con nuestros propios ojos cómo el niño asesinado se levanta sonriente al final de la secuencia (una parte que obviamente no se emitió en ninguna cadena) la “verdad como puño” se convierte en puñetazo de indignación ante la “evidente” manipulación de las imágenes por parte de los servicios secretos israelíes. Muchos critican que Israel ha perdido la “guerra mediática” y lo achacan a su desidia y desinterés por justificarse ante el mundo. No es arrogancia sino más bien impotencia de combatir las mentiras arraigadas sin usar las mismas armas. Cuentan que un famoso rabino, el Maharal de Praga, desesperado por los continuos ataques a la comunidad judía de la ciudad en el siglo XVI, usó sus conocimientos místicos para dar vida a un ser de barro que los defendiera y al que consiguió insuflar vida escribiendo en su frente la palabra “emet”, verdad. Esa es y ha sido siempre nuestra única arma, nuestro “puño”. La historia del Gólem, que así se llamaba el engendro, termina cuando el rabino destruye su creación ante la promesa de parar la violencia contra las judíos. Como tantas veces, también esa fue una mentira. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad.Pulse aquí para acceder a la programación semanal completa y a los enlaces de Radio Sefarad 

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Melilla – Reconocimiento al Párroco Castrense Francisco José Sierra Vílchez

De izquierda a derecha, Dolores Pérez de la Oficina de Turismo de Israel  en España, el homenajeado Páter Francisco José Sierra Vílchez y Mordejay Guahnich, presidente de «Mem Guímel» La Asociación Socio-Cultural «Mem Guímel» junto con la Oficina de Turismo de Israel en España convocaron el pasado martes 28 de mayo a un acto de homenaje y reconocimiento al Párroco Castrense Francisco José Sierra Vílchez por sus 50 viajes realizados a Tierra Santa.En el emblemático edificio del  Casino Militar de Melilla se dieron cita cerca de 150 personas para acompañar al Páter Militar de Melilla que recibía un diploma del Ministerio de Turismo de Israel por su esmerada dedicación, notable esfuerzo y apoyo constante a favor de Tierra Santa. El homenaje estuvo amenizado por la lectura del poema  Canto a  la Concordia a cargo del poeta melillense Fortu Bitán, acompañado al violín por la joven Paloma Guahnich. La directora de la Oficina de Turismo de Israel en España Dolores Pérez ofreció la conferencia “Jerusalén reza, Haifa trabaja y Tel Aviv se divierte: un paseo por Israel” haciendo un repaso a la Israel turística y su oferta a todos los niveles, tanto espiritual, lúdico como histórico.Para finalizar, la Asociación Socio-Cultural «Mem Guímel» deleitó a los asistentes con una degustación de repostería sefardí.  

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XI Simposio de la Asociación Española de Estudios Hebreos y Judíos

El XI Simposio de la Asociación Española de Estudios Hebreos y Judíos se celebra los próximos 6 y 7 de junio en la sede madrileña del Centro Sefarad-Israel. A esta cita anual acudirán académicos expertos de todo el país para presentar sus comunicaciones e investigaciones. Desde los textos del Qumran hasta la presentación de proyectos de innovación docente del hebreo moderno pasando por las interpretaciones de la literatura rabínica a los largo de dos días el Centro Sefarad-Israel rebosará de actividad. Para más información contactar con Amparo Alba del Departamento de Estudios Hebreos y Arameos de la Universidad Complutense de Madrid al correo aalba@filol.ucm.es

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