La Federación de Comunidades Judías de España quiere manifestar su malestar por la obra de Eugenio Merino, expuesta este año en ARCO.
Provocar, subvertir, criticar o satirizar son y han de ser circunstanciales al arte, sin embargo, queramos o no, existen límites.
Identificar el judaísmo con la violencia, como se hace mediante la asociación de la menorá con un arma, es inaceptable, hiere la sensibilidad de un grupo religioso y socava los cimientos de la convivencia democrática.
Como decía el dramaturgo Peter Brook, en el arte «todo vale. Pero ‘todo’ no es ‘cualquier cosa'».