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Israel, España ¿qué pasa? por Jacqueline Tobiass

¿Por qué  sufre España un atraso en la apreciación de los grandes conflictos del momento? Y ¿ Por qué no se alinea  con  sus socios europeos y defiende el derecho  de Israel a proteger su estado democrático de los ataques terroristas?   La Franja de Gaza fue  administrada por Egipto desde 1947 hasta 1967 cuando Israel la conquista a raíz de la Guerra de los Seis Días. La guerra de los  seis días fue provocada por el cierre de los estrechos de Tiran a la navegación  israelí. Israel en los  acuerdos del armisticio de 1956, contemplaba Casus  belli el cierre de este espacio.  (El armisticio de 1956  firmado después   de la guerra, la llamada Campaña del Sinaí, fue provocada por  las mismas razones que las de 1967) Israel  se retiró de la Franja de Gaza en 2005 a raíz del Plan de Desconexión. En enero de 2006 el movimiento islamista radical  Hamas ganó  las elecciones y tras un golpe de Estado frente a la Autoridad Palestina,  en una guerra fratricida   que causó cientos de  muertos (Hamas contra Al Fatah) expulsa del territorio los partidarios de Al Fath y el Presidente  de la ANP Mahmoud Abbas,  y convierte  la banda de Gaza en una dictadura.  En 2005 Hamas ha sido declarada organización terrorista por Estados Unidos la Unión Europea  (España, incluida), Japón, Australia, Canadá y, por supuesto, Israel. Entre 1993, (cuando empieza el proceso de Paz de Oslo)  y 2003,  Hamas envió 113  hombres suicidas a Israel para perpetrar atentados  en restaurantes y cafés, autobuses públicos, centros comerciales, colegios, todos dirigidos a causar el mayor daño posibles  a  los civiles. A ellos hay que sumar los centenares de heridos y las víctimas de atentados de otras organizaciones, como Yihad Islámica o las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Hamas dejó de cometer atentados tras su llegada al poder en Gaza, pero no ha impedido hacerlo  a otras milicias radicadas en la Región.  Desde 2005  no es un territorio ocupado. Sin embargo desde entonces  10.000 misiles han sido  lanzados desde Gaza hacía Israel. En 2008,  con una  tregua de 6 meses  no siempre cumplida por parte de  Hamas, éste   lanzó más de 1.200 misiles.Desde enero 2012  hasta mediados de noviembre Hamas había  lanzado unos 800 misiles y desde entonces con  la Operación Defensivo ha enviado  cerca de 300 más…  El ejército israelí  advierte a la población  con panfletos y llamadas telefónicas (ha realizado unas 20.000)   grabadas, para  que  se mantenga lejos de la infraestructura de Hamas,   para su propia seguridad. ¿Se conocen muchos ejércitos  que advierten a la población de sus  ataques? Yo solamente el de la guerra de Gila !! Pero Hamas dispara sus misiles de entre la población como siempre lo ha hecho, su población es su escudo y su mayor  propaganda, una vez muerta claro está.    Sus cuarteles generales están debajo de hospitales, (ver foto adjunta). El Derecho Internacional   prohíbe  convertir un objetivo protegido por el derecho internacional humanitario  hospitales, cruz roja , lugares de culto etc..  que no pueden se objeto de ataques, en lugares donde se recurra a las armas, pues automáticamente les convierte en objetivos militares, aunque sean hospitales.  Hoy, martes 21 de noviembre,   Hamas  ha  perpetrado  un acto terrorista  contra un autobús en Tel Aviv. Y esto mientras pide una tregua y se intenta llegar a unos acuerdos diplomáticos.   Esto es la lógica de Hamas ! Todos lo jefes de Estados, desde Obama hasta Rajoy han declarado que Israel tenía el derecho de proteger su población y yo pienso que la obligación, pero cuando Israel se defiende  cansada  de recibir los  ataques  de Hamas, los medios de comunicación en España y en particular de Mallorca, tienen  una visión muy particular   y  muy parcial, un análisis poco lúcido y  muy partidista de esta situación.   No así los  de Francia, Italia, Alemania, Inglaterra o Austria. Hasta  Al-Jazeera  es más comedida. Y no es una crueldad relacionar la defensa de la población tras  aguantar una lluvia de  más de 10.000 misiles    caídos sobre sus ciudades con un supuesto reclamo político antes de las elecciones? ¿Qué le pasa a España?  ¿Será como me comentó un amigo que España está atrasada de dos guerras?  ¿Y todavía no ha madurado? Ahora han anunciado un acuerdo de tregua. ¿Hamas tendrá la sensatez de mantenerlo? Sería  conveniente y sensato  que toda Europa hiciera un piña con Israel, porque es el muro de contención entre la civilización occidental democrática y la de los países musulmanes que   nos dan cada día  muestras de  cómo tratan a su población. Jacqueline Tobiass es presidenta del Instituto de Relaciones Culturales Baleares-IsraelEste articulo ha sido publicado en el Diario de Mallorca, el lunes 26 de noviembre.

opinión, sección de Abraham Barchilon

Cuando el convidado de piedra es de carne y hueso, por Abraham Barchilón

Artículo publicado en El Faro Digital No crean los lectores que voy a versionar o, como se dice modernamente,  a hacer un “remix” de la clásica obra “El burlador de Sevilla y convidado de piedra“, atribuida tradicionalmente a  Tirso de Molina y que tiene como precedente la versión conocida como “Tan largo me lo fiáis“, representada en Córdoba en 1617,  que también pudiera tener cierta analogía con el tema que voy a tratar. En este prólogo haría falta considerar, como se ha expuesto por expertos, que las piedras también se revelan contra las injusticias, como sucedió en la ciudad de Lorca, donde al agredir a la naturaleza, ésta se subleva y responde con el resultado trágico del terremoto. Todo ello viene a colación por encontrar una explicación, si la violencia la tiene, del resurgimiento con una gran voracidad de la actividad de las células terroristas  amparadas por el Gobierno  de Hamas,  internacionalmente reconocido como Organización Terrorista. La Autoridad Palestina o Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuyo nombre oficial es Autoridad Palestina de Cisjordania y Franja de Gaza, vio mermada su integridad territorial al fraguarse la secesión del territorio de la Franja de Gaza del conjunto al que pertenecía, la Autoridad Nacional Palestina y ello con el vergonzoso silencio de los países democráticos, que creyeron que volviendo la vista para otro lado el problema se diluiría. La Liga Árabe, reunida en El Cairo el pasado mes de septiembre, respaldó la petición de   la demanda de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)  para ser admitida como  Estado observador no miembro de las Naciones Unidas,  sometiéndola a  la Asamblea General de la ONU ,  y  elevar el Estatuto actual de la misma,  con el apoyo de los países árabes, En esas fechas, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, se reunió con la alta representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), a quien expresó su disposición a negociar con Israel «una vez que Palestina sea reconocida en la ONU como Estado no miembro”. Ello venía a suponer el reconocimiento de la integridad territorial citada de la ANP y la marginación internacional del territorio secesionista de Gaza. Ante ello,  a los  gobernantes de Gaza, sólo les quedaba hacer notar su presencia en la zona comenzando una actividad frenética, tanto en el plano político como en el terrorista, que provocara una internacional bajada de la catalogación de la ANP y una consolidación de la “Franja de Gaza”, como territorio autónomo. La acción de sus dirigentes pronto tuvo una respuesta, que vino a consagrar la falta de sinceridad en el apoyo prestado a la ANP por parte de los países árabes el 23 del pasado mes de octubre. La  franja de Gaza estaba de fiesta por primera vez desde que, en 2007, la organización integrista Hamas tomase el control  de ese territorio, expulsando a la fuerza a la Autoridad Nacional Palestina. Dicha alegría se debió a que Gaza recibió en  visita oficial a un Jefe de Estado: el Emir de Qatar, Shej Hamad Bin Jalifa al Zanim, quien con su sola llegada hizo historia, aplaudida y efusivamente bienvenida por el régimen islamista de Hamas en la Franja de Gaza y criticada por el Gobierno palestino de Cisjordania. Ello conllevó que la sonrisa de Haniya, máximo dirigente de Gaza, por los dólares (americanos, por cierto) recibidos del Emir y el espaldarazo político, fuera  igual de grande que el enfado de sus rivales internos en la Cisjordania gobernada por Al Fatah, cuyo portavoz manifestó que: «Buscar un poder político en la región a expensas del pueblo palestino, de sus derechos y su unidad es inaceptable». Al Fatah, el grupo que dirige el presidente palestino Abu Mazen, criticó la visita y expresó su esperanza de que «se trate de algo puntual y no el inicio de una tradición». Y añadía  que Ramala apoya «las ayudas a la población de Gaza pero no a costa de la separación de Cisjordania y el reconocimiento del poder independiente de Hamas».Tras los comunicados de diversos representantes de la ANP, los dirigentes de Hamas, se dirigen al “convidado de piedra” en estas relaciones interpalestinas, es decir, a Israel y, haciendo gala de la denominación de terrorista que tiene Hamas, promueve una espiral de violencia con el lanzamiento de una ingente cantidad de proyectiles sobre el Estado de Israel que, dado el radio de acción de los mismos, llegan a las cercanías de Tel Aviv y Jerusalén, sin menospreciar el riesgo también para las vidas de los habitantes de otras ciudades israelíes. Y es aquí cuando se constata que  “el convidado de piedra” –Israel – es de carne y  hueso, por lo que siente y padece, y en  la legítima y obligada defensa de sus ciudadanos, comienza una operación de destrucción de objetivos específicos en Gaza, operación que tanto eco está teniendo en la prensa, prensa que siempre silenció el comienzo de la actividad terrorista que estaba acometiendo y comenzó Hamas.Paralelamente, el Gobierno islamista y terrorista de Gaza mantiene su pulso con la oficialista ANP. Los primeros intensifican sus contactos internacionales, lo que conlleva la visita del Ministro de Asuntos Exteriores de Túnez, quien deja patente con su declaración que su apoyo no es al pueblo palestino sino al gobierno de la Franja de Gaza: “He llegado aquí para expresar la solidaridad del pueblo revolucionario de Túnez con la Franja de Gaza”.  En idéntico contexto, se produce, asimismo, la visita al territorio secesionista de Gaza, del Primer Ministro de Egipto y la ola de visitas sigue creciendo, pues la han  anunciado, entre otros, el Primer Ministro de Turquía Erdogan, que programa  su visita  reuniéndose  con el presidente egipcio Mohamed Mursi, un islamista cuyo movimiento, los Hermanos Musulmanes, es cercano a los islamistas del Hamas que gobiernan Gaza. Queda constatado que las luchas internas entre la oficialista ANP y la terrorista HAMAS,  obliga a Israel – que no tiene nada que ver en este conflicto interno- a hacer frente a las agresiones que sufre, y a ejercer su derecho a la legítima

actualidad, libertad religiosa, opinión, sección de Abraham Barchilon

XX años de Acuerdos entre el Estado y las Federaciones de Comunidades Religiosas ¿Y la función pública se entera?, por Abraham Barchilón

Debatíamos el pasado viernes día 26 de octubre, en la Universidad de las Islas Baleares, en la Facultad de Derecho y organizado por la Cátedra de Derecho Eclesiástico, con motivo de la conmemoración  del vigésimo aniversario del Acuerdo entre el Estado y la Federación de Comunidades Judías de España (Ley 25/1992). Pero realmente, o al menos en mi concepción como ponente, lo que en último término se debatía era la situación actual de la aplicación de la Ley de Libertad Religiosa de 1980 y las tres Leyes (consecutivas) de 1992. Durante el transcurso de las Jornadas, que tienen lugar por segundo año consecutivo, y sobre la temática de los acuerdos citados, saltó la noticia de la trágica pérdida de vidas humanas, acaecida por el hundimiento de una patera en las costas de Motril y ello coincidente, además, con el día de celebración de la máxima festividad religiosa musulmana. Evidentemente, este tipo de dramas humanos causan un profundo pesar en la gente de bien, aunque la raíz del problema esté en sus países de procedencia donde las autoridades dedican ingentes cantidades de dinero a otros menesteres en lugar de prestar la debida atención al factor humano. No es el momento, ciertamente, de abordar esta cuestión pero sí de señalar que es de un inmenso calado y deja un amargo sabor, aunque la vida cotidiana imponga su continuidad. Pero si a ese dolor personal, por el drama humano, de personas a las que desconocemos nos hace de por sí reflexionar, no podemos por menos que pensar en el impacto que dicho acontecimiento tendrá en su familia (padres, cónyuge, hijos) o simplemente en los que eran sus convecinos y conocidos. A ello debemos añadir que, conociendo (por su procedencia) la religión que profesaban, o al menos la que no, no se debería infringir un dolor añadido a sus afectos al ver éstos que para darles sepultura (según la prensa de Motril, que reproduce gráficamente y en video), se recurre a un sacerdote católico y en una capilla católica se oficia una misa católica, suponemos que por el eterno descanso de sus almas, para ser enterrados finalmente en el cementerio municipal (mal llamado católico, dado que los cementerios son municipales, excepto los privados). Los que por profesión (abogado) o por religión (judía), nos dedicamos al estudio de la  Legislación y de la regulación del ejercicio de la Libertad religiosa,  que tiene el carácter de  Constitucional, no podemos por menos que elevar nuestra queja a la Administración en general y a la actuante en este caso concreto en particular, por la no aplicación, de oficio, de la legalidad vigente, suponemos que por desconocimiento. En  este caso específico,  el artículo 2 párrafo último de la Ley 26/1992, (BOE 272 del l2.11.1992), textualmente dice: “Se adoptarán las medidas oportunas para la observancia de las reglas tradicionales Islámicas relativas a inhumaciones, sepulturas y ritos funerarios, que se realizarán con la intervención de la Comunidad Islámica local”. Pues bien, según el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justica, en la Provincia de Granada hay doce Comunidades/Congregaciones Islámicas inscritas y reconocidas por lo que, alguna de ellas debería haber participado en dichas inhumaciones y, a mayor abundamiento,  en caso de inhibición de las mismas, las Autoridades, de oficio, tendrían que haber establecido un ceremonial civil y no la que tuvo lugar que, sin duda, estaba fuera de toda lógica al no respetar las creencias religiosas de las víctima. Este hecho ha aumentado, sin duda, el dolor de sus allegados y pone de manifiesto que, a pesar de ser el nuestro un país aconfesional y tras los años transcurridos, el concepto de pluralismo religioso no se lleva a la práctica. No se ha procedido a formar, ilustrar y enseñar a los que desempeñan la función pública en lo referente al ordenamiento vigente en materia de liberad religiosa..  Por todo ello, quizás se podría empezar por cambiar la denominación de la “Cátedra de Derecho Eclesiástico”, por la más adaptada a la actualidad que podría denominarse “Cátedra de Derecho de las Religiones”. Se debería, asimismo, fomentar, en colaboración con la Subdirección General pertinente del Ministerio de Justicia, con la de Recursos Humanos de la Administración Pública y demás organismos competentes, la impartición de cursos monográficos sobre actualización en materia del ejercicio de la libertad religiosa. Abraham Barchilón es abogado y ha pertenecido a juntas directivas de la Comunidad Judía de les Illes Balears y de la Federación de Comunidades Judías de España. Ver también en prensa:Diario de Mallorca: Isaac Querub: ´La comunidad judía balear es un modelo a seguir en todo el país´El Mundo: Judíos y «xuetes»: una minoría que se hace huevo en la sociedad

carta al director, opinión

Carta abierta a Manuel Macià, por Abraham Barchilón

La siguiente carta firmada por Abraham Barchilón es una reacción a la columna de Manuel Macià del 12 de septiembre en «Última Hora» y ha sido publicada el 14 de septiembre: Palma, o quizás Baleares entera, por ser el núcleo territorial de difusión del Periódico “Ultima Hora”, habrá quedado conmocionada el miércoles día 12 de septiembre al leer lo que, periodísticamente, se pudiera calificar como “ Columna”, si no fuera porque sus elucubraciones son ya conocidas. Cuando me encuentro con textos como el suyo, no acierto a comprender cual es la finalidad del mismo, si es el desconocimiento de la materia sobre la que escribe, la osadía de escribir por escribir o si es la expresión virulenta de las entrañas que se le revuelven, quizás por su mala conciencia. Todo el contexto de lo que escribe debería ser encuadrado más en el desarrollo de la profesión que usted dice ejercer “Director de Teatro”, que en la de columnista donde es necesario guardar un mínimo de seriedad y en la que, en su delirio, traslada una versión de algún género periodístico por descubrir o catalogar, al que yo me atrevería a llamar “maldad a conciencia”. Todo comentarista, columnista o teatrero (por lo de director), se debe al público al que escribe y debe guardar un mínimo de ética. Aparte de lo sesgado de su exposición, no le hemos leído un solo artículo sobre la masacre del gobierno sirio a sus propios ciudadanos, bombardeando con aviones y utilizando armas pesadas sobre la población civil. Quizás en esas ciudades los que viven, hombres, mujeres, niños, para usted no sean personas o sí lo sean los terroristas de Hamas que, en la zona secesionada de Gaza, tienen establecidas las bases para atacar, es decir, matar no sólo a los israelíes que viven en las zonas colindantes, por cierto también seres humanos, sino que atentan y matan a sus propios hermanos egipcios durante, por ejemplo, la conmemoración de la fiesta más sagrada del Islam – el Ramadan –, aunque después se escandalicen por el contenido de algún libro o película. En relación a otras partes del mundo, tampoco he leído ningún “panfleto incendiario” suyo sobre cómo día si y día también, los ataques terroristas proliferan ya sea en Irak, Pakistán , etc. o cómo la democracia egipcia, esa llamada primavera árabe, ha dejado trascender lo que es su máxima expresión de libertad, es decir, que la presentadora de la TV egipcia sea una mujer, eso sí, con velo y no por propia convicción, que sería muy respetable, sino por imposición del gobierno de los llamados “Hermanos Musulmanes”, aunque no sabemos de quien son hermanos realmente, pues ya hemos visto como los de Gaza, no deben serlo pues los matan. Podríamos seguir enumerando actos violentos, todos ellos sin el menor reparo suyo, pero tristemente hoy mismo hemos conocido la muerte, por un ataque de fanatismo y esquizofrenia colectiva, de cuatro representantes del gobierno de EEUU en Bengasi…sí, aquellos que llamaron para que les ayudasen a liberarse de otro dictador sanguinario – Gadafi-. Por todo ello, considero que usted no merece una sola palabra más, que la opinión pública, afortunadamente, hoy tiene información suficiente, por lo cual, usted mismo se descalifica. Su desprestigio personal, su fanatismo literario, sus elucubraciones y, porqué no decirlo, “su diarrea mental”, hacen que afortunadamente la trascendencia de sus “delirios” no sea de gran calado, pues es más natural pensar que el tiempo es oro, que no merece la pena ser leído y simplemente pasar la página.

opinión, sección de Abraham Barchilon

Un adjetivo, por favor: terroristas, por Abraham Barchilón

En estos días en que se han celebrado los Juegos Olímpicos, cuyos comienzos se remontan a aquella antigua Grecia, no sumida en los vaivenes de la economía internacional, donde hacían una “parada” en todas sus confrontaciones al comenzar los mismos, veo con preocupación como el llamado Medio Oriente, va calentando motores para dirigirse a algún lugar, por algunos llamado “primavera árabe”, y en cualquier caso, no creo que haya GPS capaz de trazar el camino con las indicaciones correctas para  llegar a lo que significa ese término: “hermandad“ (amistad íntima, unión de voluntades). Que duda cabe que el término “unión”, el de la segunda acepción, en relación con el de “amistad”, no viene referida a la confabulación para hacer el mal. El último país sumado a ese proceso de cambio, que no sólo porque sea votado se convierte en un régimen democrático, compartía su suerte con los terroristas, transgresores del derecho internacional, radicados en la secesionada Franja de Gaza, al abrir el paso fronterizo entre Egipto y ellos. Se leía en la prensa el “avance” que tal hecho tendría  para amparar a los miembros de Hamas.    Pero el “otoño árabe” (cambio de una dictadura corrupta, por otra dictadura religiosa), la confusión entre sus ciudadanos , que tan pronto queman iglesias Coptas, como cercan la residencia del embajador de Israel en El Cairo, aun en su dilema, se vio golpeada con un atentado de sus propios “hermanos“ musulmanes, omitiendo el respeto al Corán, matando y sembrando de dolor a familias egipcias, que creían vivir en la hermandad de los hermanos musulmanes, que vociferaba el Presidente egipcio Morsi. En  tal sentido se expresaba  el Jefe de la inteligencia egipcia “no nos imaginábamos que musulmanes matarían a musulmanes justo en el momento del quiebre del ayuno del Ramadán”. A todo ello, hace falta añadir las declaraciones  de los  Hermanos Musulmanes y del líder “terrorista”  de Hamas, Haniye, denominado por los medios de comunicación “primer ministro”, acusando al Estado de Israel de orquestar el atentado jihadista en la frontera  israelí-egipcia. La prensa se expresaba en los siguientes términos “Egipto venga a sus l6 guardias fronterizos y lanza un ataque en el Sinaí” o “Egipto mata al menos 20 personas en una ofensiva en el Sinaí” o “ las fuerzas de seguridad egipcias han matando al menos a 20 hombres armados” y así podríamos seguir reproduciendo titulares, pero en todos  falta “EL ADJETIVO”. Quizás no sea correcto para los políticos pronunciarlo, pero la prensa tiene la obligación y el deber  moral de utilizar esa licencia gramatical y hacer llegar al mundo, como notarios de la realidad, poniéndoles el adjetivo TERRORISTAS, a los que yo añadiría el apellido de Hamas. Se debe reconocer que el ejército egipcio ha sido atacado por terroristas y en su defensa ha matado terroristas, y no en un intento de humanizarlos denominarlos “personas”, “hombres armados”,  etc., El humanismo de los medios, al no denominar terroristas a quienes lo son, nos lleva a vivir, en el mismo día, la falta de sensibilidad del presidente egipcio Morsi  al no asistir al funeral de los soldados egipcios muertos en el Sinaí por los terroristas de Gaza, o que el Alcalde de San Sebastián y el Diputado General de Guipúzcoa, ambos de Bildu, recibieran a los representantes de la llamada “ Flotilla de la Libertad”, en su acción de apoyo a los terroristas de Gaza, a los que sus “hermanos” egipcios, en pocos días, les han tenido que cerrar el paso limítrofe, sin que ninguna “bondadosa” ONG diga nada. Por otro lado, de las declaraciones del jefe de la inteligencia egipcia, pudiera parecer que el problema no es el ataque de los terroristas a Egipto desde Gaza, sino que “lo hagan justo en el momento del quiebre del ayuno”.

opinión, sección de Abraham Barchilon

La otra «Prima de riesgo» por Abraham Barchilón

Venimos observando como, día a día o quizás minuto a minuto, toda la sociedad está pendiente de la denominada “prima de riesgo”, de esa figura de la que, hasta hace poco tiempo, nada más que los dedicados a la economía pura sabían de su existencia. Pero hemos decidido hacer a la “Prima de riesgo” nuestra compañera diaria y quizás al comenzar el día y antes de decir buenos días, nos preguntamos ¿” y la prima….?”, pero no crean que se trata de una muestra de amor a ese familiar que en esta época estival nos visita, sino a ese fenómeno económico que todo el mundo dice que quiere combatir, como si se tratara del único problema de la sociedad. Pero, desgraciadamente, vemos como antes y después de familiarizarnos con esa “prima”, el “riesgo”, sigue conviviendo con nosotros y lo demuestra en toda su crueldad y dureza, atacando al primer don divino: “la vida”. Todas las religiones ponen de relieve que el eje primordial directorio de su fe es la vida, pero desgraciadamente vemos como el fanatismo, la intolerancia, ha sido y viene siendo el eje que algunos líderes religiosos inculcan a su fieles, modificando el don divino de la vida por el de la muerte. En estas fechas recordamos el cuarenta aniversario de la masacre de los Juegos Olímpicos de Munich o uno de los más crueles atentados contra un Centro Cultural, cuyo único distintivo, de los muchos que existían, era la pertenencia de sus miembros a la confesión religiosa judía y que, tras los dieciocho años transcurridos, aun se encuentra sin que se haya juzgado a responsable alguno. La connivencia de gobiernos, jueces y la intervención política, han llevado a que los responsables del atentado de la AMIA – Argentina- aun se encuentren en el limbo, que no en el sueño de los justos, pues “éstos”, en número de ochenta y cinco, cuyas vidas fueron arrebatadas, duermen en el cielo. Coincidiendo con la conmemoración de dichos atentados, nuestros ojos se vuelven a humedecer al conocer que siete justos más han sido igualmente masacrados en un atentado un Burgas – Bulgaria- donde, turista israelíes tomaban unos días de descanso, quizás para relajarse de las consecuencias de la “prima de riesgo” económica de sus vidas. Pero todo esto no son casos aislados, hace falta ponerlo dentro del contexto de antisemitismos, antijudaísmo y antiisraelismo que se está fraguando en todo el mundo, pero quizás todavía más relevante, en nuestra Europa, donde los atentados de tales signos aumentan día a día. El “riego”, con o sin prima, se vuelve palpable en vida no sólo de los que profesamos las religión judía o de los que ostentan la nacionalidad israelí, sino sobre la sociedad europea en particular que aun tiene y debe tener, por los siglos de los siglos, en su memoria la gran tragedia humana que supuso la segunda guerra mundial y el nazismo. La unión de los moviemtos nazis que resurgen, conjuntamente con los terroristas y los gobiernos que los amparan, hacen que los negacionistas proliferen y que, con nuestro dinero, paguemos parlamentos como el griego, donde la voz de los neozanis se oirá, en lugar de las que debían proponer una ley de partidos, al estilo de la española, donde los terroristas (nazis), no tengan cabida y dando por supuesto que los jueces no desvirtúen el contenido de la misma. El valor de la “prima de riesgo” social, sube y sube, y no hemos escuchado que alguien alce su voz en defensa de la dignidad humana, del derecho a la vida, sea cual sea la religión, nacionalidad o raza a la que se pertenezca. Tomemos conciencia de que no existe banco alguno que pueda ayudar a bajar esa “prima de riesgo” y que sólo la acción de las mujeres y hombres de buena voluntad, tomando conciencia de lo que está ocurriendo, en una acción conjunta y cívica, la puede eliminar de nuestro vocabulario por no tenerla que emplear, combatiendo, denunciado y ejerciendo las acciones que correspondan ante el más mínimo acto de racismo, judeofobia o xenofobia. Abraham Barchilón es abogado y ha sido miembro de la Comisión Permanente de la FCJE

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¿Donde estáis?… no os oigo, por Abraham Barchilón

Hemos sido mudos espectadores de como una parte de sociedad española reaccionaba, con tumultuosas y continuas protestas callejeras, ante cualquier actuación que el Estado de Israel acometía en el ejercicio de sus legítimos derechos de defensa de su integridad territorial y, más aun y más importante, en la defensa de la vida de sus ciudadanos. Se publicaban o emitían titulares como “Israel ataca las bases de los guerrilleros palestinos, tras la muerte de un soldado israelí”, es decir, se emitía primero la consecuencia, quizás para crear un ambiente psicológico contrario, y en segundo plano el hecho primario que generó la acción, a saber, el asesinato por unos terroristas de un ciudadano del único país democrático y libre de la zona. Fuimos testigos de cómo, ante la provocación de unas embarcaciones y la transgresión de la legislación internacional por la mismas , nuestras calles se llenaban de los que decían defender unos derechos , para lo que no dudaron en manipular la realidad, hasta el punto que la propia ONU, tuvo que modificar su dictamen sobre lo realmente acaecido, y como esa componenda llamada “flotilla de la libertad”, escondía, dentro de ese bonito calificativo, un acto puramente terrorista al llevar armamento y material bélico. Pero, no obstante, todo lo esgrimido podría ser debido a una mala información, a una campaña deliberada para influir en la opinión pública y que realmente creyesen que estaban defendiendo el derecho a la vida, el derecho a la dignidad humana y la no imposición por la fuerza de una teoría o política. Por todo ello, montaban esas protestas, lo más sonoras posibles, no sólo contra el estado de Israel, sino también contra el pueblo judío en general. En estas fechas, la sociedad no sólo española sino mundial, viene siendo testigo, día tras día, de las más crueles matanzas y asesinatos, por el llamado poder del pueblo, de sus propios conciudadanos y me refiero, evidentemente, a Siria. Quizás algo de responsabilidad de todo ello tengan los estados, las organizaciones nacionales e internacionales, que dieron el certificado de “democrático“ al régimen del presidente Bachar El Assad, cuando fue proclamado heredero del “ trono” por el no menos dictador entonces, es decir, por su padre. Y ante ello hemos de preguntarnos ¿Dónde está esa sociedad, callejera, protestona que decía defender los más elementales derechos y el principal, el de la vida? Esa sociedad, que mientras nuestro país se debatía en cómo afrontar su futuro, se dedicaba a recoger firmas para que dos prestigiosos artistas españoles no actuaran en Israel, o como escenificaban actos de protestas por la actuación de una reconocida artista israelí en Barcelona o impedían la intervención de científicos Israelíes en la UCAM. Todos ellos nos llevan a pensar ¿qué derechos defendían en sus protestas? Ante la evidencia, sería más congruente pensar que esa sociedad estaba y sigue estando manipulada y regida por unos principios de antiisraelismo, antijudaísmo y por extensión antinorteamericanismo. ¿Por qué no vemos protestas ante la Embajada y Consulados de Siria por los asesinatos que su “gobierno “, comete atrozmente a su propia población?. Cabría preguntarse, igualmente, por el cuasi silencio informativo por la expulsión del Embajador de Siria en España y en otros países occidentales. Es decir ¿qué derechos, qué principios? ¿Qué capacidad de análisis tiene esa parte de la sociedad que es a la que más se escucha?. Creo que, afortunadamente, ésta es minoritaria pero hace parecer que la mayoría silenciosa, coherente, crítica cuando es necesario, pero rigurosa en su análisis, no existe, cuando lo que hacen estos últimos es respetar la libre expresión, aunque sea consintiendo mentiras y deformaciones de la más pura realidad objetiva. Abraham Barchilón es abogado y fue miembro de la anterior Comisión Permanente de la FCJE. Este artículo ha sido publicado en El Faro Digital el miércoles 13 de junio.

opinión, sección de Abraham Barchilon

¿Donde estáis?… no os oigo, por Abraham Barchilón

Hemos sido mudos espectadores de como una parte de sociedad española reaccionaba, con tumultuosas y continuas protestas callejeras, ante cualquier actuación que el Estado de Israel acometía en el ejercicio de sus legítimos derechos de defensa de su integridad territorial y, más aun y más importante, en la defensa de la vida de sus ciudadanos. Se publicaban o emitían titulares como “Israel ataca las bases de los guerrilleros palestinos, tras la muerte de un soldado israelí”, es decir, se emitía primero la consecuencia, quizás para crear un ambiente psicológico contrario, y en segundo plano el hecho primario que generó la acción, a saber, el asesinato por unos terroristas de un ciudadano del único país democrático y libre de la zona. Fuimos testigos de cómo, ante la provocación de unas embarcaciones y la transgresión de la legislación internacional por la mismas , nuestras calles se llenaban de los que decían defender unos derechos , para lo que no dudaron en manipular la realidad, hasta el punto que la propia ONU, tuvo que modificar su dictamen sobre lo realmente acaecido, y como esa componenda llamada “flotilla de la libertad”, escondía, dentro de ese bonito calificativo, un acto puramente terrorista al llevar armamento y material bélico. Pero, no obstante, todo lo esgrimido podría ser debido a una mala información, a una campaña deliberada para influir en la opinión pública y que realmente creyesen que estaban defendiendo el derecho a la vida, el derecho a la dignidad humana y la no imposición por la fuerza de una teoría o política. Por todo ello, montaban esas protestas, lo más sonoras posibles, no sólo contra el estado de Israel, sino también contra el pueblo judío en general. En estas fechas, la sociedad no sólo española sino mundial, viene siendo testigo, día tras día, de las más crueles matanzas y asesinatos, por el llamado poder del pueblo, de sus propios conciudadanos y me refiero, evidentemente, a Siria. Quizás algo de responsabilidad de todo ello tengan los estados, las organizaciones nacionales e internacionales, que dieron el certificado de “democrático“ al régimen del presidente Bachar El Assad, cuando fue proclamado heredero del “ trono” por el no menos dictador entonces, es decir, por su padre. Y ante ello hemos de preguntarnos ¿Dónde está esa sociedad, callejera, protestona que decía defender los más elementales derechos y el principal, el de la vida? Esa sociedad, que mientras nuestro país se debatía en cómo afrontar su futuro, se dedicaba a recoger firmas para que dos prestigiosos artistas españoles no actuaran en Israel, o como escenificaban actos de protestas por la actuación de una reconocida artista israelí en Barcelona o impedían la intervención de científicos Israelíes en la UCAM. Todos ellos nos llevan a pensar ¿qué derechos defendían en sus protestas? Ante la evidencia, sería más congruente pensar que esa sociedad estaba y sigue estando manipulada y regida por unos principios de antiisraelismo, antijudaísmo y por extensión antinorteamericanismo. ¿Por qué no vemos protestas ante la Embajada y Consulados de Siria por los asesinatos que su “gobierno “, comete atrozmente a su propia población?. Cabría preguntarse, igualmente, por el cuasi silencio informativo por la expulsión del Embajador de Siria en España y en otros países occidentales. Es decir ¿qué derechos, qué principios? ¿Qué capacidad de análisis tiene esa parte de la sociedad que es a la que más se escucha?. Creo que, afortunadamente, ésta es minoritaria pero hace parecer que la mayoría silenciosa, coherente, crítica cuando es necesario, pero rigurosa en su análisis, no existe, cuando lo que hacen estos últimos es respetar la libre expresión, aunque sea consintiendo mentiras y deformaciones de la más pura realidad objetiva. Abraham Barchilón es abogado y fue miembro de la anterior Comisión Permanente de la FCJE. Este artículo ha sido publicado en El Faro Digital el miércoles 13 de junio.

opinión, sección de Abraham Barchilon

IRPF: el 0.7% x 2 y ¿Por qué?, por Abraham Barchilón

Vivimos en una época donde los factores económicos priman en las conversaciones, ya sea en los ámbitos  políticos, laborales o sociales, donde cada vez que sale a la opinión pública un dato, el mismo, tiene la vigencia de ese mismo momento, pues instantes después es desmentido, desvirtuado por otros acontecimientos o simple y llanamente modificado. Todo lo sometemos al estudio y a la consideración desde diversos puntos vista. Por cualquier actuación del orden económico, levantamos banderas en su contra, sin entrar a considerar qué causas han llevado a adoptarlas. Llegamos a ver, con cierta normalidad, las llamadas a la desobediencia fiscal, la politización  de hospitales, colegios, vías públicas, para el ejercicio  de la disparidad de criterios,  que es legítima siempre que sea ejercida por los cauces  legales establecidos. Y dentro de ese vorágine de cuestiones oímos, y creo que no escuchamos, cómo la publicidad de la confesión religiosa mayoritaria “nos llama” diciéndonos que, en base a su privilegio, podemos disponer que parte de los impuestos, retrayéndolos del conjunto impositivo, vayan asignados directamente a ellos,  ya que en la declaración de la renta podemos simultanear las dos casillas que hacen referencia al 0.7%. Haciendo historia, desde 1987 en la declaración de la renta de las personas físicas podemos destinar un porcentaje de este impuesto al sostenimiento económico de la Iglesia Católica o a”otros fines de interés social”. Este porcentaje inicialmente era del 0,5239 % y el contribuyente debía elegir entre una de las dos opciones. A partir del año 2000 se introdujo la posibilidad de marcar las dos casillas al mismo tiempo, en cuyo caso el porcentaje se duplicaba y llegaba hasta el 1,04 %; sólo si no se señalaba ninguna casilla el porcentaje aumentaba los Presupuestos del Estado. Desde 2007, tras el acuerdo entre el Estado y la Conferencia Episcopal por una parte y entre el Estado y el Consejo Estatal de ONG de Acción Social por otra, se incrementó la aportación hasta el 0,7 %, pudiendo llegar en este caso al 1,4 % si se señalan ambas casillas. Aprovechando el cambio del porcentaje en la declaración del IRPF, la iglesia católica obtuvo del gobierno de turno (PSOE) la prebenda de disponer directamente del 0.7% destinado a ella (247 millones/€) y además, por conducto de sus otras organizaciones, participar en el reparto del otro 0.7 de fines sociales. En un país “ACONFESIONAL”, donde las religiones, con excepción de la Católica,  tienen que financiar su labor religiosa en base exclusivamente a las aportaciones de sus fieles y en el que la sociedad se encuentra inmersa en una gran crisis económica donde se recortan las acciones sociales, ¿nadie cuestiona ese reparto, mejor dicho, esa entrega directa, de nuestros impuestos a una labor evangelizadora concreta? Una vez soslayado, por imposición de las autoridades comunitarias, el agravio comparativo con las demás religiones en lo referente al IVA, la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles de las propiedades no empleadas para el culto, de las que la Iglesia católica obtiene unos ingresos cuando las demás confesiones tributan a los Ayuntamientos, nos lleva a la  conclusión de  que nuestros impuestos están siendo destinados para acciones que no son las que deben primar en nuestro estado democrático y aconfesional.

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IRPF: el 0.7% x 2 y ¿Por qué?, por Abraham Barchilón

Vivimos en una época donde los factores económicos priman en las conversaciones, ya sea en los ámbitos  políticos, laborales o sociales, donde cada vez que sale a la opinión pública un dato, el mismo, tiene la vigencia de ese mismo momento, pues instantes después es desmentido, desvirtuado por otros acontecimientos o simple y llanamente modificado. Todo lo sometemos al estudio y a la consideración desde diversos puntos vista. Por cualquier actuación del orden económico, levantamos banderas en su contra, sin entrar a considerar qué causas han llevado a adoptarlas. Llegamos a ver, con cierta normalidad, las llamadas a la desobediencia fiscal, la politización  de hospitales, colegios, vías públicas, para el ejercicio  de la disparidad de criterios,  que es legítima siempre que sea ejercida por los cauces  legales establecidos. Y dentro de ese vorágine de cuestiones oímos, y creo que no escuchamos, cómo la publicidad de la confesión religiosa mayoritaria “nos llama” diciéndonos que, en base a su privilegio, podemos disponer que parte de los impuestos, retrayéndolos del conjunto impositivo, vayan asignados directamente a ellos,  ya que en la declaración de la renta podemos simultanear las dos casillas que hacen referencia al 0.7%. Haciendo historia, desde 1987 en la declaración de la renta de las personas físicas podemos destinar un porcentaje de este impuesto al sostenimiento económico de la Iglesia Católica o a”otros fines de interés social”. Este porcentaje inicialmente era del 0,5239 % y el contribuyente debía elegir entre una de las dos opciones. A partir del año 2000 se introdujo la posibilidad de marcar las dos casillas al mismo tiempo, en cuyo caso el porcentaje se duplicaba y llegaba hasta el 1,04 %; sólo si no se señalaba ninguna casilla el porcentaje aumentaba los Presupuestos del Estado. Desde 2007, tras el acuerdo entre el Estado y la Conferencia Episcopal por una parte y entre el Estado y el Consejo Estatal de ONG de Acción Social por otra, se incrementó la aportación hasta el 0,7 %, pudiendo llegar en este caso al 1,4 % si se señalan ambas casillas. Aprovechando el cambio del porcentaje en la declaración del IRPF, la iglesia católica obtuvo del gobierno de turno (PSOE) la prebenda de disponer directamente del 0.7% destinado a ella (247 millones/€) y además, por conducto de sus otras organizaciones, participar en el reparto del otro 0.7 de fines sociales. En un país “ACONFESIONAL”, donde las religiones, con excepción de la Católica,  tienen que financiar su labor religiosa en base exclusivamente a las aportaciones de sus fieles y en el que la sociedad se encuentra inmersa en una gran crisis económica donde se recortan las acciones sociales, ¿nadie cuestiona ese reparto, mejor dicho, esa entrega directa, de nuestros impuestos a una labor evangelizadora concreta? Una vez soslayado, por imposición de las autoridades comunitarias, el agravio comparativo con las demás religiones en lo referente al IVA, la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles de las propiedades no empleadas para el culto, de las que la Iglesia católica obtiene unos ingresos cuando las demás confesiones tributan a los Ayuntamientos, nos lleva a la  conclusión de  que nuestros impuestos están siendo destinados para acciones que no son las que deben primar en nuestro estado democrático y aconfesional.

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