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Entrevista al Presidente de la FCJE en El País

El domingo 1 de marzo de 2009 El País publica una entrevista de Juan G. Bedoya a Jacobo Israel Garzón: «Algunos nos ven todavía como extranjeros» Jacobo Israel, español, carga sobre sus espaldas las señas de identidad de los judíos errantes. Él mismo nació en Tetuán (Marruecos) en 1942, cuando el mundo ya tenía noticias ciertas del terrible Holocausto. Sus padres eran hijos de sefardíes expulsados de España de mala manera por reyes más avariciosos que cristianos. Los antepasados de la madre huyeron a Portugal, desde donde pasaron al norte de África empujados por el fascismo instalado en Lisboa, y la familia del padre era originaria de Rodas. Jacobo Israel los recuerda hablando el dialecto judeoespañol, la jaquetía. Él, ya no. A los 17 años, en 1959, llegó a Madrid, solo, a estudiar. Se quedó y triunfó. Es ingeniero agrónomo y licenciado en Informática, y ahora preside varias empresas. Desde 2003 lidera la Federación de Comunidades Judías de España, con unos 40.000 fieles. También intelectual, Israel es un gran investigador de la vida judía en la España moderna, con varios libros sobre la materia. Pronto publicará otro: El tema judío en los escritores del exilio republicano español. «La mitad de los alumnos de secundaria no querrían tener a un chico judío como compañero de pupitre» Pregunta. ¿Por qué la mitad de los alumnos de educación secundaria en España no querría tener a un judío como compañero de pupitre? Respuesta. Es lo que dicen las encuestas, pero no podrían identificar a ese compañero como judío si lo tuvieran al lado porque es como ellos. La encuesta refleja una consecuencia de la historia. Todavía en 1941, una circular para explicar la creación del Archivo Judaico Policial ordenaba «especial cuidado con aquellos que se llaman sefardíes, que por tener las mismas características físicas que el resto de los españoles pueden pasar desapercibidos». El poder, antisemita, entendía ya que éramos difícilmente identificables. P. Aparte del antisemitismo histórico, supongo que les condicionan algunos comportamientos del Gobierno de Israel. ¿Cuál es la relación? R. Es muy profunda, por las desgracias históricas del pueblo de Israel, que nos suscita una solidaridad incontenible. Ha habido épocas muy oscuras, sobre todo en el siglo XX, en el que no había sitio donde salvarse. Fue un exterminio. Israel fue para los judíos como el alba después de la noche oscura. P. Eso debe de complicar mucho la vida de un judío español, si no es israelí, como usted mismo. Alguna opinión pública está encrespada por la matanza de civiles por el ejército de Israel en Gaza. R. Los judíos tenemos la obligación de pensar, quiero decir, de no ser ligeros en el juicio de lo que está pasando. Si ese antiisraelismo se sustentase en razones puramente sentimentales, podría pensarse en su razón de ser. Israel se equivoca a veces, como todas las naciones. Pero lo que se exige a Israel no se le exige a nadie más. No he visto a ningún vicepresidente de Cataluña en una manifestación por las matanzas en Darfur, por ejemplo, donde han muerto más de cien mil personas, cien veces más que ahora. Tampoco he visto manifestaciones contra las matanzas en Darfur, o cuando murieron 30.000 palestinos en el Septiembre Negro [combate del ejército jordano contra milicias palestinas, en 1970], ni por la guerra de Bosnia. No existe una justificación sentimental. Es una perversión de la realidad, que procede de un sentimiento judeófobo. P. ¿Esa judeofobia aumenta tras episodios bélicos como los de Gaza? R. No. El antisemitismo es histórico. Está en el subconsciente y ahora se hace más visible [exhibe un recorte de periódico]. Mire, este artículo habla del sionismo, de Israel, de judíos «sin freno en la avaricia», dice. También de las culpas del pueblo judío. Es un texto nada menos que de Antonio Gala, que no es un escritor cualquiera. Se expresa como si los verdugos no tuvieran culpa; al parecer, sólo los judíos, esos malvados. Claramente, el antiisraelismo no está sustentado en loables sentimientos antibélicos o de solidaridad con los palestinos. Los judíos estamos obligados a no aceptar esa confusión. P. También están obligados por la historia a una mayor prudencia, quizá. Israel no es un país cualquiera, y tampoco la religión judía. R. Sí, sí. Pero la prudencia de un país llamado Israel es la misma que deben tener todos los países. Cuando el Gobierno de Israel se equivoca deberían verse los hechos como los de un amigo al que se le recrimina por algo mal hecho, no percibiéndolo como el gran enemigo. No sólo se critican las actuaciones del Gobierno de Israel. Eso sería como criticar al Gobierno de Bush o al de Zapatero. Serían críticas al Gobierno de turno, no a América, ni a España. P. Lo cierto es que son millones las personas que confunden Israel con judaísmo, incluso entre políticos. R. Porque en todo se mezcla lo antisemita. Se habla del ejército judío, de los tanques judíos… Están en su derecho de criticar, pero el ejército no es judío (por cierto, hay un porcentaje de soldados de otros orígenes), sino el ejército de Israel, igual que los tanques. P. ¿Reciben muestras de solidaridad cuando se ataca a sinagogas o se niega el Holocausto, como en Barcelona y Oviedo? R. Sí. Muchas de particulares, y también el apoyo del Estado. Pero, mire, el otro día, después del ataque a la sinagoga del Call de Barcelona, José Montilla [presidente de la Generalitat de Cataluña] habló de xenofobia. Pero, oiga, nosotros no somos extranjeros. Somos españoles, y la sinagoga también es española. ¿Cómo puede hablarse de xenofobia? P. ¿Son resabios del nacionalcatolicismo franquista, de la idea de que todo español es cristiano, y que quien practica otras religiones es extranjero? R. Lo grave es que también se cree eso entre muchos políticos. Nuestras dificultades no sólo se refieren a esos ataques violentos en sinagogas o monumentos. El problema es el de nuestros chicos en los colegios. Están realmente sometidos a asedios. Estamos hablando del 50% de los chicos

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Entrevista al Presidente de la FCJE en el Periodista Digital

A continuación transcribimos la entrevista realizada al Sr. Jacobo Israel Garzón, Presidente de la Federación de Comunidades Judías de España en el Periodista Digital. Jacobo Israel Garzón: «El antisemitismo se encuentra en el incosciente de muchos españoles» 14.07.08 | 13:55. Archivado en prensa Alejandra Morales.-Jacobo Israel Garzón, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, asegura que la animadversión a los judíos se “encuentra en el inconsciente de los españoles”. Advierte que el terrorismo palestino “no es por causa de Israel” y que en los últimos años “el antiamericanismo y antisemitismo se han unido mucho”. La confusión entre información y opinión por parte de algunos medios «tampoco ha sido demasiado positiva». ¿Es España antisemita? Decir que España es o no antisemita es erróneo. Sólo creo que existe. Esto viene de mucho atrás. El antisemitismo no ha muerto en España durante mucho tiempo. A lo largo de la historia la comunidad judía ha sido desvalorizada y todavía se encuentra en inconsciente de muchos españoles. Por eso España da resultados tan malos en las encuestas de antisemitismo en Europa. Hay mucho antisemitismo pero afortunadamente España no es antisemita. ¿Se está fomentando ese antisemitismo en la sociedad española? La peor época a este respecto fue durante la Segunda Intifada. Es ahí realmente donde se volcaron los medios y fueron más parciales. Se dio una iconografía del conflicto que volvió a sacar la crucifixión, al igual que también se sacaron algunos estereotipos como podían ser los rasgos malévolos que se relacionaban con los judíos en el III Reich. Hay mucho periodismo que, en lugar de hacer periodismo de información lo hace de opinión. Deberían ser más ecuánimes y presentar las cosas como son, no posicionarse de un lado o a otro, sino plasmar lo bueno y malo que hace cada uno. Pero si uno identifica a un sector como el malo de película y al otro como héroe, creo que se está distorsionando la realidad. La propia posición de antiisraelismo militante también lo confiere. El posicionamiento de la sociedad con respecto a la comunidad judía ¿ha provocado que se haya llegado a justificar el terrorismo palestino? El terrorismo no tiene ninguna justificación. Decir que el tema terrorista es por causa de Israel es totalmente falso. La prueba está con el islamismo argelino o lo sucedido en Afganistán con los talibanes, en ninguno tiene nada que ver Israel. Algunos, incluso intelectuales, mantienen esa posición y es un error. ¿Cree que ha podido influir que el antiamericanismo y antisemitismo estén relacionados en ocasiones? Sí, es verdad que el antiamericanismo y el antisemitismo se han unido mucho en los últimos años. El antisemitismo siempre ha venido de la extrema derecha. Desde tiempo atrás se ha transferido a una parte de la izquierda, fundamentalmente a la izquierda comunista. La situación es grave. Los partidos centrados tienen que ser los de la razón y no de las glándulas. ¿Los judíos son víctimas de la xenofobia en España? No hay un elemento diferenciador que nos distinga del resto. No sentimos acoso por parte de la población. No puedes diferenciar a simple vista a un protestante, católico o judío. Pero como colectivo, somos un objetivo terrorista y sufrimos temor ante atentados. Hay determinados elementos de nuestra vida colectiva que se hacen complejos, pero no por ello vamos a dejar de hacerla. A pesar de que España se declara aconfesional, algunas entidades religiosas se han sentido algo marginadas con respecto a la católica… España es un país aconfesional según refleja la Constitución. Ha hecho acuerdos con la Iglesia católica y con el resto de comunidades religiosas, pero hay reglamentos que no se han cumplido. Pedimos que se hagan estos reglamentos. España ha avanzado extraordinariamente en la libertad religiosa en los últimos treinta años y más teniendo en cuenta de dónde veníamos. Por otro lado, España es una nación que, aunque no sea católica, hay que tener en cuenta que la condición social de que la mayoría es católica. Pero a la minoría se la tiene que hacer sentir también como en casa. Más que una lucha entre religiones lo importante es que todo el mundo se sienta a gusto en la sociedad española.

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