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Nos, los conspiradores, por Jorge Rozemblum

¡Hermanos judíos!: ha llegado la hora de confesar nuestras verdaderas intenciones. Los gentiles (no judíos) han intuido durante siglos nuestra conspiración, pero han ido muy desencaminados. Que si deicidio, que si crímenes rituales, que si planes para adueñarnos del mundo… Cuántas páginas vanas de las mejores mentes del antisemitismo se han desperdiciado: “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, “Mi lucha”, “El Plan Andinia”, etc. Y lo más gracioso es que siempre han tenido las evidencias delante de los ojos y no han sabido verlas. En el libro más vendido y traducido de la historia.Nuestros detractores nos acusaron de las pestes, de las derrotas militares, de las hambrunas y crisis económicas, de las revoluciones: minucias y distracciones de nuestro verdadero plan. Es hora de confesarlo. Nos hemos confabulado para llevar la palabra de un único ser divino a toda la humanidad y ya lo hemos conseguido en Occidente: de nuestro seno surgieron las otras religiones monoteístas como el cristianismo y el islam. Y también (es hora de contarlo), a pesar de dificultar la lectura de nuestro Talmúd escribiéndolo en una antigua lengua extinta (lo que ha llevado a nuestros perseguidores a imaginarse vaya uno a saber qué planes y mensajes malignos ocultos en sus hojas), allí dejamos constancia de nuestra misión. Nos habéis pillado: se llama “tikún olám” y consiste en intentar que el mundo sea un sitio cada vez mejor.Esta claro que ambos objetivos no se han logrado plenamente: incluso entre las sociedades monoteístas hay retrocesos en forma de nuevos ídolos e ideologías paganas (fascismo, comunismo, populismo) y violencias justificadas (racismo, fundamentalismo, terrorismo). Y aunque el “tikún olám” parezca un completo fracaso cuando uno lee la prensa, la verdad es que estamos mucho mejor que hace dos mil años, que hace mil, quinientos, cien e incluso hay menos guerras y violencia organizada hoy que hace dos décadas. Haced memoria y sed justos.Por supuesto, el mérito no es nuestro, sino del Jefe, que en algún capítulo de la Torá se alió con este pueblo para no tener que volver a inundar la Tierra y recomenzar de cero. El plan es fantástico y sigue vigente cuatro mil años después. Como en todo “emprendimiento” (como se dice ahora), la “asignación de responsabilidades” despierta recelos: es lo que comúnmente se llama antisemitismo o judeofobia, y que seguramente estaría contemplado en el apartado de “efectos colaterales”. Pero, echando la vista atrás, y a pesar del dolor por lo sufrido y por lo que nos queda todavía por vivir, vemos cómo los “objetivos” se han ido cumpliendo y somos los únicos supervivientes de aquellos tiempos (¿dónde están los babilonios, persas, antiguos egipcios, griegos y romanos?) que han logrado conservar su identidad. Es lo bueno de tener clara cuál es la “misión” en este mundo.De modo que ahorraros tanta tinta vana, el odio caprichoso y las envidias injustificadas, y empezad a ver la confabulación real que se evidencia ante vuestros ojos, no las fantasías de la arrogancia y el desprecio. Como se suele decir en España: si esto no es una conspiración, que baje Dios y lo vea. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad.Pulse aquí para acceder a la programación semanal completa y a los enlaces de Radio Sefarad 

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Mis mejores amigos son antisemitas, por Jorge Rozemblum

La realidad es muy cruel y se empeña en destrozarnos las ficciones en las que nos gusta instalarnos. Por ejemplo, cuando uno descubre que un amigo de toda la vida o casi, que se tiene por un combatiente del antisemitismo, te suelta no una crítica a las acciones de Israel (siempre válidas), sino el clásico discurso de la artificialidad del estado de Israel, su ilegalidad y su perversa naturaleza como estado de los judíos. Y ahí te quedas, con cara de tonto, viendo cómo aquél que proclama a los cuatro vientos las bondades y maravillas de la cultura hebrea, tu compañero de músicas klezmer y sefardíes, de la belleza del judeoespañol y crítico implacable de la expulsión de los judíos de España en 1492, en realidad está convencido de que todo el mundo tiene derecho a su propio país menos tú (nosotros, los judíos). O que aceptaría que existiese un país llamado Israel, pero no que sea judío, ni que los judíos del mundo tengan derecho a ser ciudadanos del mismo ya que no han nacido allí. Y que eso es lo que propicia el antisemitismo. Como quien dice, un odio que empezó hace 65 años.Y da igual que le cuentes la historia, que le recuerdes que fueron las propias Naciones Unidas (mucho antes que aceptaran a España en su seno) las que determinaron la creación de un “estado judío” junto a un “estado árabe” (por entonces nadie usaba la palabra “palestino”, que se refería únicamente a la ocupación extranjera por el Reino Unido), ni que le rebatas una por una las falacias y mentiras de los que huyeron instigados por los ejércitos árabes que querían arrasar a los judíos en 1948 y los compares con los que se quedaron y conforman casi un quinto de la población del país (1,4 millones de árabes israelíes) con todos sus derechos democráticos y algún que otro deber a los que no están obligados (como servir en el ejército). Nada vale ante la cita de cualquier difamador (mejor si es israelí), ante la propaganda de los otros. Y eso que a quien conoce personalmente es a ti y no al otro. Tu palabra no vale como la de los demás, pero no te atrevas a insinuarle que su postura es discriminatoria y que tiene un nombre. Eso se consideraría un insulto.Y de repente te encuentras en el mismo punto que hace 68 años, cuando se acaba la guerra y los pocos supervivientes judíos del mayor de los horrores vuelven a sus propios hogares europeos y no sólo encuentran que ya no existen o son otros quienes los ocupan, sino que sus compatriotas (de las naciones que perdieron o ganaron la contienda, de las que fueron sometidas, de las que quedaron a uno u otro lado del Telón de Acero del comunismo: da igual) los miran con desconfianza porque son los incómodos testigos de su propia bajeza e inacción ante la injusticia con el vecino, como aquel luchador contra el antisemitismo al que se le cae de la mano su baraja de prejuicios y estigmas y su careta de empatía. La víctima es el culpable, el que provoca la violencia por pretender no serlo. Entre los judíos hay una frase que nos eriza la piel y nos pone en estado de máxima alerta: “mis mejores amigos son judíos”. Desconozco por qué los mayores judeófobos en todas las latitudes se ven impulsados a pronunciar esa declaración. Seguramente tranquiliza sus conciencias decir en voz alta esta frase, que es como afirmar: mi odio no es gratuito, sé de lo que hablo, los propios judíos se han sincerado y me han confesado todos esos pecados de los que venimos acusándoles a lo largo de la historia: deicidios, crímenes rituales, conspiraciones y un larguísimo etcétera (dos mil años dan para mucho). Por eso, en esta ocasión, y con toda la ironía y el sarcasmo de las paradojas, pido sus disculpas por titular así esta columna: “mis mejores amigos son antisemitas”. Y es que a algunos acabo de descubrirlos (mejor, acaban de mostrarse). Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad; en el siguienteenlace la programación semanal del 1 al 7 de junio

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“Sí, eso existe”. Los sefardíes en el corazón de Europa, por Pilar Romeu

Tras la reciente aparición del último título de la colección  M. Studemund-Halévy, C. Liebl, I. Vučina (eds.). Sefarad an der Donau. Lengua y literatura de los sefardíes en tierras de los Habsburgo (Barcelona: Tirocinio, 2013), he debido responder frecuentemente a la pregunta de rigor: “¡Anda! ¿Pero eso existe? ¿Había sefardíes en el corazón de Europa?”.Negar o dudar de la existencia de aquello que se desconoce (y que tampoco se ha tratado de averiguar) resulta banal, pero alarmante. No menos alarmante que la infinidad de tópicos que siguen poblando las mentes de muchos ciudadanos españoles (desinformados en la época de la información) respecto a los judíos y, especialmente, a los judíos de origen hispano. Pero no sólo. La desinformación afecta también a muchos sefardíes, que desconocen la existencia de la peculiar rama vienesa y centroeuropea del judaísmo sefardí que la barbarie nazi se llevó por delante.El origen de esa comunidad podría esbozarse como sigue. A partir del siglo XVIII fueron llegando a la capital del Imperio austro-húngaro, hombres de negocios turcos de origen portugués y español a los que el tratado de Karlowitz (1669) entre Austria y el Imperio otomano había garantizado ciertos derechos de estancia y residencia. De inmediato surgió la necesidad de organizarse para rezar. Moshe Lopes Pereira (alias Diego de Aguilar) prestó su propia casa a tal efecto; por ello es considerado el fundador de la comunidad sefardí vienesa. Después llegaron los Camondo, Nissan, Echkenazy, Arouetti, Mayo… Aunque podían optar por la nacionalidad austríaca, muchos de ellos siguieron siendo turcos. El primer gran templo llegó en 1881 de la mano de Marcus R. Russo, inaugurando la época más gloriosa del sefardísmo vienés, que no se limitó a existir sino que dejó trazas indelebles.En palabras de Studemund-Halévy (pág. 437): “Viena como lugar de preferencia para la impresión de ediciones sefardíes, se remonta a la tendencia josefínica de promocionar la imprenta de producción local propia, tanto como a la prohibición de importación de obras de imprenta hebraicas a las tierras de los Habsburgo promulgada en el año 1802. Dicho decreto de prohibición de ‘libros judíos y hebraicos para religión y enseñanza impresos en el extranjero’, encumbraría a Viena a una posición de monopolio. Las imprentas vienesas, particularmente la de Anton (von) Schmid, a quien pronto le seguirían otros, abastecerían en corto tiempo esas tierras y sus aledañas en el extranjero, particularmente en el Este, con libros hebreos y judíos” y, por supuesto, también en judeoespañol.Cerca de 250 impresos se han conservado hasta nuestros días, clasificados en diez grupos: (1) biblias; (2) libros de oraciones [arba ta’aniyot, mahzorim, sidurim, selihot]); (3) hagadot; (4) musar; (5) libros históricos; (6) gramáticas y manuales; (7) antologías literarias e históricas; (8) novelas; (9) teatro y (10) poesías (komplas). El análisis de este repertorio puede arrojar mucha luz sobre las preferencias de lectura entonces vigentes en las tierras de los Habsburgo.Al mismo tiempo, funcionaban asociaciones culturales de diversa orientación que acogían en su seno jóvenes sefardíes que se habían desplazado hasta Viena para graduarse en la Universidad, preferentemente como médicos y abogados, y que una vez regresados a su lugar de origen inculcaban a sus correligionarios las nuevas ideas. Una de ellas fue La Esperanza, de tendencia sionista. Según Vučina (pág. 358): “Los esperancistas, como nueva élite intelectual de sus comunidades de origen, influyeron fuertemente en la difusión de las ideas de la Esperanza de Viena y en la creación de una nueva y compleja identidad, tanto étnica como lingüística, de los sefardíes de Sarajevo de la primera mitad del siglo XX”.Para intentar ahondar en esta fascinante historia, en junio de 2011 se reunió en Viena un grupo de especialistas en Lengua y Literatura sefardíes para discutir el lugar y la importancia de Viena en las redes sociales e intelectuales entre los sefardíes de Oriente y de Occidente.En este primer encuentro se trataron asuntos como: la lengua sefardí y su evolución en Viena, las actitudes de los sefardíes ante su propia lengua, las influencias del alemán y de las lenguas balcánicas sobre el judeoespañol, la lengua sefardí en la prensa judeoespañola aljamiada y en letras latinas, la occidentalización de la vida y la modernización de la lengua y cultura de los sefardíes vieneses en los siglos XIX y XX, la modernización de la lengua sefardí y la aportación de la filología románica para los estudios sefardíes, la producción literaria (novela, teatro, poesía) en lengua sefardí en Viena, o el lugar de Viena como punto de referencia para la modernización de las comunidades sefardíes en los países balcánicos.Así se formó un equipo internacional de lingüistas y filólogos cuyas aportaciones en español, judeoespañol, inglés, francés y alemán se reúnen en este volumen, un volumen que retrata fiel y puntualmente la sociedad sefardí en el corazón de la Europa de los últimos siglos y que abre un enorme abanico de posibilidades para adentrarse en su estudio. Su distribución en cinco secciones refleja su carácter multi e interdisciplinar: I. La evolución histórica de la prensa sefardí en tierras de los Habsburgo (A. Ayala, S. von Schmädel, D. M. Bunis, M. Cimeli, P. Días-Mas, C. Martínez Gálvez, M. Studemund-Halévy); II. Los sefardíes en la literatura (A. García Moreno, m. C. Varol, M. Studemund-Halévy, G. Collin); III. Los sefardíes balcánicos en el umbral del Occidente (E. Papo, P. Romeu, K. Vidaković, I. Vučina, T. Alexander); IV. La documentación y la digitalización del corpus judeoespañol (C. Liebl, P. Mavrogiannis, M. Studemund-Halévy, S. Fischer, S. Rouissi, A. Stulić-Etchevers); y V. Esbozo de los impresos sefardíes de Viena (M. Studemund-Halévy).A mi modo de ver, este libro constituye el inicio de un camino –corto o largo, quién sabe, pero que habrá que recorrer–, que deberá llevarnos a la larga a un mejor conocimiento de este mundo sefardí centroeuropeo que a orillas del Danubio hablaba judeoespañol enorgullecido de sus orígenes.Como guinda añadiré que gracias a este libro, por lo menos una persona sefardí ha podido explicar su origen y eso mismo me manifestó por correo electrónico hace unos días: “Ahora entiendo cómo por parte de mi

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Medio millar de personas celebran en Barcelona el 65 aniversario de la independencia de Israel, por Rubèn Novoa

Cerca de medio millar de personas se han reunido el domingo 2 de junio por la mañana en Barcelona para participar en una caminata en homenaje al 65 aniversario de la independencia del Estado de Israel y a «la contribución israelí al progreso de la humanidad», con la participación de miembros de la comunidad judía catalana, miembros de otras confesiones como evangélicos y católicos y amigos y simpatizantes de Israel en general para celebrar esta efeméride coordinada por la Afikim Foundation y que se está realizando en más de 110 ciudades de todo el mundo. La caminata, que ha salido de la plaza Francesc Macià de Barcelona y ha finalizado en el Palau Reial de Pedralbes, ha contado con parlamentos de Laurence Franks, organizador del acto, del escritor y estudioso del antisemitismo en España Eduardo Martín de Pozuelo y del Excmo. Embajador de Israel en España, Alon Bar. Alon Bar ha agradecido la organización del acto y se ha mostrado orgulloso de compartir esta caminata para recordar la «contribución intelectual, religiosa e ideológica del pueblo judío al mundo». «Con 65 de existencia Israel quiere ser más, participando con entusiasmo en el deseo de mejorar la vida humana» destacó el embajador ya que este «es un momento oportuno para hacerlo dado el interés y la atracción que generan los modelos de innovación y crecimiento israelíes «. «Queremos compartir estos avances y toda nuestra energía creativa hecha en un país tan joven como el nuestro con todo el Mundo». El embajador ha destacado que Israel es y ha sido un país de acogida donde han venido rusos, polacos, etíopes, árabes de Marruecos, Argelia o Irak «. Alon Bar también ha manifestado que Israel quiere compartir todos estos logros «con nuestros hermanos palestinos» para así «crear un país con un ambiente que sea luz para todas las naciones». En este sentido ha recordado que «estamos haciendo todo lo que podemos en Cataluña y otros lugares para acercarnos a esta capacidad de contribuir (…) al crecimiento ya la mejora de la situación económica». Según el embajador, «esta es la mejor manera de combatir estereotipos y prejuicios: compartir todas estas aportaciones al pensamiento y la investigación con todo el Mundo y con mucho entusiasmo». Finamente Alon Bar ha manifestado que «sabemos que en Cataluña hay mucha gente que se siente solidaria con nosotros y que no estamos solos. Para nosotros es muy importante». Al acto han asistido en representación del Gobierno de la Generalitat de Cataluña su Secretario de Exteriores Roger Albinyana así como también la Concejala del Ayuntamiento de Barcelona Francina Vila y otros miembros de la sociedad civil como el escritor Salvador Sostres, el presidente de la Fundación CatDem Víctor Terradellas o la activista por la lengua catalana Mercè Escarrà.  Ver álbum de fotos en facebook Rubèn Novoa gestiona el Blog Israel a Catalunya

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Mentiras como puños, por Jorge Rozemblum

En hebreo la palabra “mentira” y “borrachera” suenan igual (sheker), aunque se escriben de forma diferente. Sea cual sea el idioma que hablemos, las falsedades repetidas hasta el hartazgo desarrollan en nosotros un estado de “alteración mental”, similar al mecanismo de adicción a las drogas, que acaba interpretándose como lo contrario. Son las popularmente conocidas como “verdades como puños”, los axiomas de fe del mundo contemporáneo. Algunos ejemplos: la ocupación israelí de Gaza (de la que se ha “desconectado” hace 8 años), el “genocidio” palestino (con cifras de muertes inferiores a las que producen los accidentes de tráfico), el “lobby” pro-israelí en EEUU (de hecho, mucho menos poderoso que el de las petroleras árabes) o la proverbial riqueza de los judíos (cuando el más rico sólo llega al 5ª lugar, después de un mexicano de origen árabe, dos cristianos estadounidenses y uno español).Cada semana los medios nos traen más de estas mentiras embriagadoras. Una de las últimas: el maltrato denunciado de una joven española en el aeropuerto de Barajas por parte del personal de la compañía aérea israelí El Al, que osó interrogarla y revisar a fondo su equipaje al descubrir las incongruencias y falsedades de su declaración ante los inspectores de seguridad del vuelo. No hay más que leer los comentarios de los lectores de su blog para cerciorarse que la realidad del antiisraelísmo/antisemitismo en España es mucho peor que los resultados de cualquier encuesta. Desde la patraña más medieval al bulo más moderno, las mentiras sobre los judíos y su reencarnación israelí siguen vivas y con más “puños” que nunca. Pese a que nosotros mismos queramos convencernos de lo contrario a base de repetirnos un “mantra” (¡qué parecida la escritura de esta palabra a mentira, en español!) tranquilizador.La “puñetera” (disculpen lo malsonante de esta expresión) fijación de la mentira es tal, que incluso los desmentidos, las demostraciones fehacientes, las pruebas irrefutables se convierten -por arte de la adicción a los dogmas ideológicos- en certezas de conspiraciones ocultas. Por ejemplo, si se demuestra -como recientemente- que la televisión francesa hizo un perverso montaje del asesinato de un niño palestino al inicio de la Segunda Intifada (que se convirtió en icono justificativo de cualquier acción violenta contra los israelíes), y vemos con nuestros propios ojos cómo el niño asesinado se levanta sonriente al final de la secuencia (una parte que obviamente no se emitió en ninguna cadena) la “verdad como puño” se convierte en puñetazo de indignación ante la “evidente” manipulación de las imágenes por parte de los servicios secretos israelíes. Muchos critican que Israel ha perdido la “guerra mediática” y lo achacan a su desidia y desinterés por justificarse ante el mundo. No es arrogancia sino más bien impotencia de combatir las mentiras arraigadas sin usar las mismas armas. Cuentan que un famoso rabino, el Maharal de Praga, desesperado por los continuos ataques a la comunidad judía de la ciudad en el siglo XVI, usó sus conocimientos místicos para dar vida a un ser de barro que los defendiera y al que consiguió insuflar vida escribiendo en su frente la palabra “emet”, verdad. Esa es y ha sido siempre nuestra única arma, nuestro “puño”. La historia del Gólem, que así se llamaba el engendro, termina cuando el rabino destruye su creación ante la promesa de parar la violencia contra las judíos. Como tantas veces, también esa fue una mentira. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad.Pulse aquí para acceder a la programación semanal completa y a los enlaces de Radio Sefarad 

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Melilla – Reconocimiento al Párroco Castrense Francisco José Sierra Vílchez

De izquierda a derecha, Dolores Pérez de la Oficina de Turismo de Israel  en España, el homenajeado Páter Francisco José Sierra Vílchez y Mordejay Guahnich, presidente de «Mem Guímel» La Asociación Socio-Cultural «Mem Guímel» junto con la Oficina de Turismo de Israel en España convocaron el pasado martes 28 de mayo a un acto de homenaje y reconocimiento al Párroco Castrense Francisco José Sierra Vílchez por sus 50 viajes realizados a Tierra Santa.En el emblemático edificio del  Casino Militar de Melilla se dieron cita cerca de 150 personas para acompañar al Páter Militar de Melilla que recibía un diploma del Ministerio de Turismo de Israel por su esmerada dedicación, notable esfuerzo y apoyo constante a favor de Tierra Santa. El homenaje estuvo amenizado por la lectura del poema  Canto a  la Concordia a cargo del poeta melillense Fortu Bitán, acompañado al violín por la joven Paloma Guahnich. La directora de la Oficina de Turismo de Israel en España Dolores Pérez ofreció la conferencia “Jerusalén reza, Haifa trabaja y Tel Aviv se divierte: un paseo por Israel” haciendo un repaso a la Israel turística y su oferta a todos los niveles, tanto espiritual, lúdico como histórico.Para finalizar, la Asociación Socio-Cultural «Mem Guímel» deleitó a los asistentes con una degustación de repostería sefardí.  

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Terrorismo artesanal, por Jorge Rozemblum

Durante años, Israel ha sufrido, por una parte, el ataque de misiles lanzados desde la Franja de Gaza y, por otra, las críticas de la prensa y el espectro político español por la “desproporción” de sus respuestas ante unas armas calificadas de “artesanales”. Efectivamente, a los cohetes Kassam no los fabrica ninguna empresa europea o americana, sino los propios ingenieros de Hamás (muchos de ellos formados en universidades financiadas por Israel) con materiales en principio no destinados a ese fin, como tuberías metálicas de agua y desagües. Esas piezas son a las que Israel impone su bloqueo (por supuesto, no a las mismas realizadas con materiales plásticos que cumplen la misma función, pero no sirven como lanzaderas). Obviamente, esta fabricación no industrializada se paga con una terrible falta de precisión. Eso es lo de menos: su objetivo no es alcanzar el objetivo, sino causar terror. Esta semana el corazón de la Europa más civilizada está viviendo momentos igual de angustiosos ante este terrorismo “artesanal”. En Londres un par de islamistas recién conversos ni siquiera se ha tomado la molestia de esconderse o procurarse armas sofisticadas. Les bastó con salir a la calle con unos cuchillos de cocina y degollar a un soldado que pasaba para que el Primer Ministro Cameron tenga que abandonar su agenda internacional y reunir a su gabinete de emergencia. Poco más al norte, el paraíso escandinavo se derrite ante el atropello de aquellos a los que han dado refugio: los judíos emigran en masa de Noruega por la desprotección de las autoridades ante el terror antisemita, en Suecia se suceden los disturbios callejeros de los emigrantes descontentos por los recortes y por no ser los dueños del país, mientras en Dinamarca no entienden qué les está pasando con lo permisivos que han sido siempre con los islamistas. En Israel esta situación se dio hace años, se llamó Intifada y el mundo acusó de la revuelta a quien recibía las piedras en lugar de a quien las arrojaba, aduciendo nuevamente el principio de desproporción según el cual quien esté mejor preparado para defenderse debería dejarse asesinar. Afortunadamente, nuestro viejo y sabio Maimónides ya hace tiempo que nos convenció de no hacerlo, como lo sufrieron los judíos europeos en tiempos de las Cruzadas. Convendría que Europa (¿y EE.UU.?) también tomara nota de lo que está pasando y eligiera (como tuvo que hacer Israel) entre una mala imagen en prensa y el suicidio colectivo. Lo que está claro es que el terrorismo “artesanal”, el que se fabrica en un piso cualquiera siguiendo las instrucciones de Internet como los asesinos de Boston o comprando un hacha en la ferretería de la esquina, resulta tanto o más poderoso que todas las armas sofisticadas de los gobiernos. Alguien lo dijo ya: el objetivo del terror no es otro que el terror mismo. Si quien debe tomar la decisión de usar todos los mecanismos defensivos a su alcance piensa más en las próximas elecciones que en la seguridad de quienes debe proteger, o si titubea a la hora de aplicar las leyes dispuestas para tiempos excepcionales como los que vivimos y que amenazan la existencia física o la esencia misma de una comunidad o nación, estamos perdidos. Y debe hacerlo aunque le acusen injustamente de “desproporción”, “apartheid” o lo sometan a BSD (Boicot, Sanciones y Desinversión) y algunos intelectuales y gente “glamourosa” los abuchee. Siempre será mejor que perder la vida y la propia identidad. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad, que facilita aquí la programación semanal completa

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Avance de entrevista a Verónica Nehama en el pograma Shalom «La educación en la sociedad civil»

A continuación reproducimos la entrevista a Verónica Nehama de Linder, que fuera directora durante 26 años del Centro de Estudios Ibn Gabirol-Colegio Estrella Toledano de Madrid y que ha publicado en 2011 «Las turquesas mágicas» en Hebraica Ediciones. “Creced, multiplicaos y educad a vuestros hijos”, fue probablemente el mandato divino que fomentó en el deseo de proporcionar a nuestros descendientes una vida mejor que la propia.La patética fragilidad del bebé humano, cuya supervivencia está íntimamente ligada al cuidado de sus progenitores durante un largo período de tiempo, es en cierto modo la razón fundacional de nuestra estructura social, tan diferente a la de los mamíferos. La implantación de un tejido social nucleado en la pareja y la familia, tiene como objetivo la viabilidad del desvalido retoño, y el cumplimiento del instinto de perpetuación de la especie. Sin embargo, gracias a la imaginación y la tecnología, el hombre ha conseguido burlar reiteradamente la vigilancia de los instintos, logrando  por ejemplo, hacer de la gratificación sexual un objetivo per se, desvinculado de la procreación. Hoy, entre los grandes cambios sociales podemos destacar: la existencia de nuevos tipos de células familiares, como la monoparental o la homosexual,  la elección del número de hijos independientemente de nuestra capacidad genitora,  y la incorporación de la mujer al mundo laboral, que obliga a confiar su cuidado a extraños. Esta nueva organización, nos obliga a plantearnos si hemos conseguido producir individuos más felices y mejor adaptados al entorno.  Nacemos de manera aleatoria en el seno de una familia inmersa en un contexto socio-cultural y económico que determinará nuestra existencia. Venimos marcados por un genoma que condicionará nuestro fenoma, pero el entorno y la educación modifican sustancialmente ese determinismo biológico, y constituyen el área donde podemos y debemos incidir para paliar deficiencias o potenciar cualidades. Según el Pirké Avot, uno de los libros de la Mishná, “No estamos todos destinados a alcanzar la perfección, pero debemos sacar el máximo partido a los dones otorgados”. Padres y profesores se enfrentan pues a una misión ineludible y sagrada: ayudar a niños y adolescentes a transformarse en adultos responsables, capaces de integrarse con éxito en un mundo en constante evolución. Pero nuestra labor no puede circunscribirse a dotarlos de conocimientos y destrezas, hemos de formarlos en valores, y convertirlos en transmisores de los saberes y principios éticos, que diferencian a las personas del resto de sus congéneres animales. Como dijo Rabelais “Ciencia sin conciencia, solo es ruina del alma”.¿Cuándo el sistema educativo falla, como proveer las enseñanzas necesarias para alcanzar un desarrollo integral?Si aceptamos nuestro fracaso, podemos comenzar una reflexión constructiva. Deberíamos conocernos a nosotros mismos antes de transformar el mundo, y fijar la meta antes de establecer la estrategia. Nuestros recursos intelectuales son limitados y debemos gestionarlos correctamente si queremos sacarles el mejor rédito.Las conquistas, en todos los ámbitos, han permitido erradicar enfermedades, instaurar democracias, explorar el microcosmos y el espacio sideral, pero hemos olvidado el equilibrio, que garantiza nuestra pervivencia en el planeta. La omnipresente economía es el nuevo motor del mundo, y somos capaces de  destruir alimentos para mantener su cotización, en vez de llevarlos a regiones desfavorecidas. El dinero prima sobre la vida, y los ideales se han convertido en un compendio de consideraciones materialistas. Pero resulta estéril lamentarse evocando un pasado que nunca fue idílico, como reza un falso aforismo.  Es una falacia teñida de nostalgia, que cada generación repite como un mantra,  y que no debe anclarnos en épocas remotas. Somos una generación privilegiada, porque conocemos los problemas y tenemos medios para solucionarlos.Una vez satisfechas las necesidades fisiológicas primarias, se puede filosofar cultivar el espíritu. Una introspección inteligente nos permitirá evaluar capacidades y recursos, y ayudarnos a controlar las pulsiones, enraizándolas en la moral y la ética. Por desgracia, valores universales como convivencia, empatía, fe, respeto y tolerancia, indispensables para construir nuestra identidad, se diluyen en caldos de cultivo que favorecen la primacía del estar y el aparentar por encima del ser y el tener. Las posesiones materiales nos otorgan una falsa sensación de poder, pero la verdadera medida física del hombre es su tumba, mientras su dimensión espiritual puede ser infinita.Los primeros formadores del niño son los padres, que le ofrecen un hábitat seguro donde desarrolla un aprendizaje por absorción imitativa. Su responsabilidad es  determinante, pues la familia es la primera célula de socialización y sus carencias pueden dejar irreparables secuelas. La crianza posee dos objetivos fundamentales: A nivel interior, debe generar seguridad, y a nivel social ha de preparar al niño para conquistar independencia y autonomía. Es evidente que el “monito desnudo” necesita raíces pero sueña con alas. Es inútil e incluso perjudicial rodearlo de comodidades si falta el amor, único ingrediente capaz de amalgamar todas las vivencias y convertirlo en un ser capaz de asumirse a sí mismo y ser útil a los demás. Quien es maltratado se convertirá más fácilmente en maltratador, pero crecer rodeado de cariño, permitirá vivir en armonía con el entorno.Hemos construido una sociedad incapaz de cuidar a los dependientes. Ambos progenitores trabajan y los abuelos ya no forman parte de la célula familiar básica. Los niños se integran a edades muy tempranas en instituciones escolares cuyas normas y contenidos no son siempre concordantes con las del hogar. Antes de afianzar su personalidad, se hallan dicotomizados entre imposiciones familiares y sociales, y sería conveniente elegir colegios afines a la ideología familiar. Si las madres trabajan, deben priorizar la crianza mediante la conciliación laboral y la implicación de la pareja. Ninguna empresa merece el sacrificio de la maternidad, que llega a vivirse con angustia en vez de alegría. Ha llegado el momento de exigir una eficaz ayuda estatal, pues la natalidad es la única garantía de mantener no solo el relevo generacional, si no la propia cultura. En España, 51% de las mujeres trabajadoras no tienen hijos, y nuestra civilización judeo-cristiana está abocada a desaparecer en beneficio de otras más prolíficas. ¿Cuál debería ser entonces el cambio de enfoque de la enseñanza?  Como corolario al fracaso de las políticas familiares, se

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Foro de Innovación y Crecimiento «Avanzamos Juntos» entre Israel y España en Extremadura

Los días 23 y 24 de abril tiene lugar en Mérida y Cáceres el FIC – Foro de Innovación y Crecimiento España-Israel «Avanzamos Juntos«cuyo propósito es el de analizar con expertos, que vienen especialmente desde Israel, cómo el ecosistema israelí de innovación puede ser un modelo, un socio y un cliente para España.Para la Embajada de Israel, co-organizadora del evento junto con el Gobierno de Extremadura, se trata  de una forma de conmemorar en España el 65º Aniversario de la Independencia de Israel compartiendo experiencias con un país amigo.Tanto el Presidente de Israel Shimon Peres como el Príncipe de Asturias han enviado sendos mensajes de apoyo a la iniciativa que pretende ser un punto de partida en la colaboración de ambos países en el ámbito del emprendimiento y la innovación. Se pueden seguir las ponencias en directo en la web de la Embajada de Israel. Ver además en prensa:Radio Sefarad: España e Israel avanzan juntas, con José Antonio Monago, Presidente de Extremadura RNE: El Día Menos Pensado: Entrevista a José Antonio Monago y Alon Bar Minuto 31′El Periódico: Extremadura mira a Israel para alcanzar la excelencia del modelo productivo20 minutos, secundarios: Monago se fija en Israel como sistema para el modelo de la «nueva Extremadura» basado en la «excelencia»20 minutos: El Príncipe Felipe manda un mensaje de apoyo al Foro de Innovación y Crecimiento ‘España-Israel’Expansión: Yifat Alon: «Israel no sufre la crisis gracias a su esfuerzo en emprendimiento»La Información: Extremadura destinará más de 62 millones de euros para crecer e innovar en el sector agroindustrialExpansión: El presidente de Israel mostrará su ‘apoyo expreso’ al Foro de Innovación y CrecimientoGente de Badajoz: El PP destaca el aporte de las jornadas sobre Israel a la «credibilidad» extremeña y el PSOE las tacha de «propaganda»

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El espejo invertido, por Jorge Rozemblum

Cuando yo era adolescente y militaba en un movimiento sionista jalutziano (es decir, que abogaba por la vida en las comunas agrarias de los kibutzím), me ofendía oír a quienes se definían como sionistas sin vivir ellos mismos en Israel. Sólo los que hacían aliá (literalmente, ascensión, metáfora de la inmigración a tierras de Sión) eran “dignos” de tal nombre. Poco después, descubría en el sumario destacado de una publicación progresista la siguiente frase: “Los judíos han pasado de víctimas a victimarios”. Años más tarde, ya en Israel, me asombró leer que la Unesco, el organismo más cultural del mundo por definición de su propio estatuto y misión, calificaba al sionismo como una forma de racismo. Por cierto, entonces esa magna institución estaba dirigida por el insigne español Federico Mayor Zaragoza que se prodiga por ahí como amigo de los judíos. Fue el principio de un largo camino de criminalización. Casi sin notarlo, como si de un cambio climático gradual e inexorable se tratase, Israel pasaba de ser el milagro que reverdecía los desiertos y la tierra de esperanza para un pueblo castigado con el peor de los horrores, a ser retratado en un espejo invertido. De ningún país en situación de conflicto militar (ni Vietnam, Panamá, Líbano, Afganistán, Irak, Sudán, Sierra Leona, Ruanda, Chechenia, Kuwait, Congo, etc.) se han hecho y se siguen haciendo metáforas y analogías con el nazismo. Sólo del país de los judíos. Gota a gota hemos ido tragando la droga mediática de la desinformación hasta llegar al absurdo punto contemporáneo en que cualquier persona de este mundo que no esté a favor de la desaparición de Israel como estado judío es un sionista, como le espetó (a modo de descalificación personal) una contertulia a Pilar Rahola en un programa de prime time en televisión. Y al envenenamiento masivo hay que sumar el robo descarado de nuestra historia para uso de quienes quieren acabar con ella (y, por ende, con nosotros). Por ejemplo, que Jesús era palestino. Si antes conté anécdotas de mi lejana adolescencia, déjenme que añada alguna de la de mi hija, en cuya clase y libros de Religión llaman Palestina a la tierra de Jesús. ¿Ignoran todos los profesores y autores de libros de esa asignatura que el nombre de Palestina lo inventa el emperador romano Adriano más de un siglo después de la muerte de Jesús? Lamento confirmaros lo que ya sabéis: que las patrañas no sólo nos rodean desde la extrema izquierda. Y si no me creéis, leed el Boletín Oficial del Estado del 1 de abril de 2013, en el que el gobierno del Partido Popular (de centro-derecha) publica su decisión de abrir un Consulado Honorario en Gaza. Ustedes se preguntarán a cuántos ciudadanos españoles atenderán: a unos 30, la gran mayoría colaboradores en Organizaciones No Gubernamentales (pero si subsidiadas con los impuestos de los españoles) anti-israelíes. No pro-palestinas (yo también lo soy), sino anti-israelíes, anti-sionistas, en contra de que Israel sea un Estado judío, como defendió por primera vez en la historia de la diplomacia española en las Naciones Unidas la anterior canciller socialista Trinidad Jiménez (¡qué pena que lo hiciera a finales de septiembre de 2011, cuando su partido sabía que tenía perdida la reelección en los comicios que tuvieron lugar justo un mes después!). Dos meses más tarde, cuando se celebraban los 25 años de relaciones diplomáticas entre España e Israel, el recién estrenado ministro de relaciones exteriores García-Margallo se deshacía en halagos al estado hebreo y se comprometía a un apoyo casi incondicional. Pasaron diez meses y convocó a los medios para anunciar a bombo y platillo la aceleración de los trámites de nacionalidad a los sefardíes (sin novedades desde entonces) justo justo una semana antes de votar en las Naciones Unidas en contra de la petición expresa de Israel y a favor de la admisión de Palestina como estado observador no miembro. Y ahora, en plena supercrisis, nos sorprende con la apertura de un consulado que es todo un espaldarazo para Hamás (grupo calificado terrorista por la Unión Europea) y una bofetada en la cara de los dirigentes de la Autoridad Palestina en Ramala (a los que supuestamente España considera únicos interlocutores válidos para una solución dialogada del conflicto). Parafraseando un conocido adagio de la época de la Transición española a la democracia, “contra Moratinos estábamos mejor”. Shabat shalom Jorge Rozemblum Director de Radio Sefarad Descargue el boletín con los enlaces a la programación de esta semana de Radio Sefarad 

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