2015

actividades culturales, actualidad

Llega la primavera a Toledo con «Pozos de Poesía»

En esta cuarta de edición de Pozos de Poesía, en el Día Internacional de la Poesía declarado por la Unesco, el Museo Sefardí de Toledo propone para mañana 21 de marzo a las 20h00 en la Sinagoga del Tránsito un interesante programa musical. Los músicos invitados este año son el Cuarteto de guitarras Entrequatre y la soprano Raquel Andueza, que estrenarán las coplas sefardíes de Alberto Hemsi, un musicólogo de origen sefardí que las recogió y publicó en Alejandría en 1934, en unas partituras que descansan en la biblioteca del Museo Sefardí y que ha reactualizado el compositor Flores Chaviano. Alberto Hemsi consagró su vida a la recuperación del música sefardí del oriente del Mediterráneo y a su integración en la música culta de su tiempo, para que no quedara como una simple curiosidad arqueológica. Una de las obras que se interpretarán es la canción sefardí tradicional Misirlou, que adaptó el hijo de un emigrado griego en Estados Unidos llamado Dick Dale y que Tarantino usó como tema para abrir su película Pulp Fiction. Las músicas se intercalarán con los fragmentos de Santa Teresa y otras voces místicas europeas que leerá, junto con sus propios versos, la poeta Noni Benegas. Entre las místicas que leerá figuran la beguina Roswitha, Hadewijch de Amberes y, muy especialmente, los fragmentos de Maria Maddalena de’Pazzi, mística italiana de la época de Santa Teresa cuyos testimonios ha traducido por primera vez al castellano Noni Benegas con Angiola Bonanni. La lectura de poemas y música lleva este año el título de “esta sed tan impetuosa”, con la que propia Teresa de Jesús se refiere al anhelo de unión común a todas las grandes místicas, y cuya narrativa amorosa iránhilvanando tanto los versos como los fragmentos musicales. Esta jornada de paz y tolerancia, en la que colabora también la Asociación de Amigos del Museo Sefardí, se convoca a todos los interesados en acudir para que traigan su propio almohadón, cojín o esterilla, y se sienten o se tumben en el suelo de la Sinagoga del Tránsito contemplando su techumbre estrellada, y escuchen el sonido de los poemas y las verdades de la música.

opinión

Perdono, pero no olvido, ¿tiene sentido?, por Verónica Nehama

No quisiera dogmatizar sobre un tema que se presta a la controversia desde todos los puntos de vista: histórico, filosófico, cultural, y sobre todo religioso. Desearía relatar algunas vivencias que me llevaron a reflexionar sobre el perdón, la memoria y la justicia, para confrontar puntos de vista desde una plataforma de respeto y honestidad.  Todos pensamos que nuestras argumentaciones se basan en parámetros racionales y objetivos, pero, habitualmente, se sustentan en experiencias y creencias personales. Nuestras ideas son casi siempre subjetivas aunque las creamos objetivas y tratemos de darles categoría de verdades universales. He de confesar que ni siquiera he llegado a una conclusión, pues cada nueva lectura, aporta ideas y opiniones que hacen tambalearse mis presuntas convicciones. Mi reflexión sobre el perdón se inicia hace 6 años, cuando una anciana tía me revela la historia escondida de mi familia, y comprendo que su increíble epopeya, y el monolítico silencio protector de mis padres merecen un epílogo digno. Decido entonces escribir un libro para garantizar al menos la supervivencia espiritual de aquellos que nos permitieron vivir con la serenidad exenta del odio legítimo- insisto en lo de legítimo- que les roía el corazón. Aplicaron preceptos religiosos y principios elementales de sicología, “adelgazando” sus rencores, para permitirnos crecer en paz. Así nace las “Turquesas Mágicas”, un homenaje a su memoria y un testimonio para mis descendientes, que de otro modo nunca conocerían sus raíces. ¡Descubrí atónita que hombres, mujeres y niños expiaron culpas que no cometieron! ¡Mi bisabuela tenía justo la edad que yo acababa de cumplir cuando fue gaseada en Auschwitz! Desposeídos de sus bienes, torturados con saña, millones de seres humanos fueron deportados y asesinados en los campos de la muerte, solamente porque eran judíos. No fueron los únicos, otros muchos recibieron un maltrato semejante por su raza como los gitanos (no había suficientes negros para percibirlos como amenaza), por sus ideas políticas (los disidentes), por su cristianismo (curas y monjas), o simplemente a causa de una deformidad física o mental. El 27 de enero el mundo conmemoró el 70 aniversario de la liberación del infierno de Auschwitz. Fue un genocidio industrial cometido por iluminados que pertenecían a la nación más civilizada del globo, lo cual demuestra que la cultura, y sobre todo la técnica, no han mejorado la condición humana. Los nazis pregonaban la hegemonía de la raza aria, y la eliminación de los seres inferiores del “Reich de los mil años”, ideado por un personajillo enclenque e histriónico, mucho más parecido a quienes denostaba, que a los rubios atléticos a los que tanto admiraba. En cambio, la mayoría de los judíos se distinguían tan poco de sus compatriotas, que fue necesario imponerles un estigma externo, la infamante estrella amarilla. Cuando era pequeña, en mi Egipto natal y conscientemente olvidado, las pocas alusiones a la Guerra y el Holocausto – que los judíos denominan “Shoá”, es decir desastre- se hacían entre susurros. Casi toda mi familia paterna- 47 personas- había perecido en Auschwitz, pero la consigna del silencio nos mantenía, a mis hermanos y a mí, en una bendita inopia. Crecíamos felices, arropados por el amor de quienes habían renunciado voluntariamente a la liberadora catarsis de la confesión, para preservar a los que llevaban en sus genes la esencia de los muertos. Los supervivientes sabían que la esperanza no debe contaminarse con el odio, que encerraron para siempre en el santuario de su corazón.Fingieron olvidar. Un pasaje del Éxodo afirma que los comportamientos de los padres afectan a los descendientes hasta la tercera generación. Nuestros progenitores sabían que resistir las embestidas de la intolerancia demanda raíces sólidamente encastradas en un denso sustrato de memoria, pero construir la identidad exige alas para trascender el contexto. Sacrificaron el pasado para garantizar el futuro y se negaron a lastrarnos con sus justos resentimientos. Enterraron sus dolores en la tumba del falso olvido, pero la historia, tenaz como un río subterráneo, emergió para purificar los recuerdos. Con el conocimiento de los hechos, comenzaron las especulaciones y los problemas de conciencia. Los juicios de Nuremberg apenas castigaron a unos centenares de verdugos. Numerosos filósofos, sicólogos y escritores intentaron hallar una explicación a la barbarie y aparecieron relatos espeluznantes, que dividieron a la opinión pública. Una parte del mundo exigía reparaciones y castigos en nombre de la Justicia. Otra, sin embargo abogaba por el Perdón, pues sostenía que la grandeza consiste en “perdonar lo imperdonable”, porque redime al victimario y a la víctima. Tanto en el Judaísmo como en el Cristianismo, Dios, con su Misericordia, tiene la potestad de perdonar. Pero, ejercitar ese perdón PURO (ejercido por Jesucristo en la cruz) demanda renunciar no solo a la venganza, sino también a la Justicia, un concepto más arraigado en nuestro acervo cultural que la indulgencia y la compasión. Ortega afirma: “Las creencias, están más arraigadas en nuestro espíritu que las ideas”. Es evidente que los saberes absorbidos con la leche materna conforman la trama y urdimbre de nuestro tejido vital, y que Las enseñanzas de nuestra infancia son el fundamento de nuestra personalidad. Nuestros padres nos enseñaron que es necesario merecer y ganar los derechos, pues reclamarlos como débito condena a la dependencia, y otorga poder a quienes los conceden. Nos educaron en la Tsedaká – precepto bíblico que ordena dar a los pobres el diezmo, que es justicia y no solo caridad – instándonos a entregar lo suficiente para permitir al necesitado ejercer a su vez el poder dignificante de la dádiva. Nos ilustraron sobre la valentía de ser diferentes sin esperar la generosidad de los demás para aceptar esa diferencia. La transgresión de la primera norma –asumirnos como diferentes- nos conducía a la asimilación; pero el incumplimiento por parte de nuestros semejantes de la segunda- no aceptarnos como tales- originaba el odio. Esperaban que su cariño nos preservara más allá de su muerte, y nos protegieron contra su propio dolor, para permitirnos encajar en las culturas locales. Pero sabían que los hombres son a menudo malvados y egoístas. Los personajes bíblicos, paradigma

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El Cotton Club sefardí, por Jorge Rozemblum

Hay gente enamorada de la música sefardí y que, sin embargo, odia a los judíos. Así de claro. El propio ideólogo nazi Alfred Rosenberg sentía fascinación por los objetos relacionados con el judaísmo que coleccionaba con pasión, sin que ello lo acercase en lo más mínimo a tenerles ningún respeto o consideración. En España incluso hay quienes viven de la música judía (como gestores culturales de localidades en las que se descubren huellas de este tipo; como organizadores de conciertos, exposiciones y eventos en base a este legado; e incluso como intérpretes, rescatando y reviviendo esta herencia) y que son judeófobos, tal como recoge la definición de esta discriminación el Foro Europeo sobre Antisemitismo en el punto que señala como tal “Negar al pueblo judío el derecho de autodeterminación, por ejemplo afirmando que la existencia del Estado de Israel es un proyecto racista”. He conocido unos cuantos casos, lo que me hace pensar en todos a los que no he preguntado nunca explícitamente qué opinan del tema. La reacción ha sido siempre la misma, de ofensa. “¿Cómo puedes acusarme de racista justamente a mí, con lo que hago por vuestra cultura?”. La respuesta a la segunda parte es obvia: lucrarse. En cuanto a la primera acusación, no hay que alejarse mucho del tema para recordar que el famoso club nocturno de la época de la Ley Seca estadounidense, el Cotton Club, que basaba sus espectáculos en la actuación de los músicos afroamericanos y del emergente jazz, sin embargo prohibía la entrada de personas de piel negra al local. En España también son muchos los que prefieren contratar a artistas no judíos (nacionales y extranjeros) para interpretar música sefardí, no sea que programen temas (tan populares entre los descendientes de los expulsados como desconocidos u “obviados” aquí) como “Irme kero a Yerushalayim”. Tampoco hay que irse lejos en el mapa y el tiempo para observar un fenómeno similar entre artistas y amantes del flamenco, que se mudarían inmediatamente de barrio en cuanto un gitano se instalase en el vecindario. Como suelen decir “por lo bajini”: hay gitanos y gitanos, hay judíos y judíos. En cuanto a estos últimos, muchos más respetables cuanto más muertos estemos. Por supuesto, eso no quiere decir (ni mucho menos) que todos los cantantes y amantes de la cultura sefardí sean antisemitas e ilegitimen la existencia de Israel. Al contrario: suelen ser personas muy queridas y cercanas. Otras, sin embargo, se empeñan en establecer unas fronteras muy delimitadas para que su cariño y admiración lleguen sólo a los judíos descendientes de los que salieron de España, aunque las investigaciones apunten a que el 65% de los ashkenazíes (los judíos originarios del centro y este de Europa) compartan este linaje genético. Y eso por no hablar de aquellos que como, por ejemplo, los judíos ashkenazíes de Iberoamérica, llevan hasta cinco generaciones empapados de la cultura y lengua española, o que conocen la sefardí mucho mejor que la inmensa mayoría de los españoles. Que lo que une la cultura, no lo separe el racismo. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad

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Jornadas para educar frente a los delitos del odio en Sevilla

La Universidad de Sevilla organiza las jornadas de “Educación y prevención de los delitos de odio: un antiguo reto para el siglo XXI” dirigida por Dr. Miguel Ángel Ballesteros, del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Pedagogía Social (Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Sevilla). La actividad se propone aportar desde la Educación respuestas acerca del tratamiento e intervención para la construcción de una sociedad más justa y conocer y utilizar educativamente el Holocausto, paradigma histórico del genocidio, como estrategia para la promoción de valores de igualdad y tolerancia. Las jornadas tendrán lugar en el Salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla durante los días 17, 18 y 20 de marzo. Contenidos e interés de la actividad Asistimos, aún hoy, en nuestro mundo tecnificado y global, a situaciones en las que el valor de la persona y el respeto a la vida son vulnerados, por una condición determinada o por la pertenencia a cierto colectivo. Algo que ya creíamos desterrado en la Europa de la Unión. Sin embargo, la realidad nos retrotrae a situaciones del pasado: las guerras mundiales, el Holocausto en Europa, el genocidio de Ruanda y, hoy día, a las matanzas a manos de radicales en oriente próximo y medio o los asesinatos de los dibujantes de la revista francesa Charlie hebdo, lo cual nos permite valorar la importancia del desarrollo de valores positivos que puedan ser transferidos a las prácticas cotidianas. Nuestra sociedad es cada vez más diversa, lo que obliga a los profesionales de la Educación a conocer cuáles han sido los problemas socioeducativos no resueltos, identificarlos en nuestro día a día y desarrollar las estrategias más adecuadas para combatirlas en su ejercicio profesional (delitos de odio, violencia en las aulas, etc.). El respeto al otro se ubica en la base de una sociedad democrática y su promoción ha de ser una prioridad. Para ello, una de las estrategias propuestas en estas jornadas “Educación y prevención de los delitos de odio: un antiguo reto para el siglo XXI” es reflexionar sobre el Holocausto, como hecho histórico, ejemplo de intolerancia extrema, sensibilizando a los asistentes sobre la necesidad de la promoción de valores de igualdad y respeto a aquellos que pudiéramos considerar diferentes, así como el desarrollo de las estrategias educativas más adecuadas para erradicar y prevenir los delitos de odio entre los estudiantes en nuestras escuelas e institutos. Siguiendo a la UNESCO (Declaración de Principios sobre la Tolerancia 1995), “la educación es el medio más eficaz de prevenir la intolerancia. La primera etapa de la educación para la tolerancia consiste en enseñar a las personas los derechos y libertades que comparten, para que puedan ser respetados y en fomentar además la voluntad de proteger los de los demás”. Según el concepto defendido por la organización de las Naciones Unidas y asumido por sus Estados miembros, la Tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y maneras distintas de manifestar nuestra condición humana. En consecuencia, es necesario trabajar con los futuros profesionales de la educación, en este sentido, en la línea de la formación en emociones y la promoción de valores, como aspecto prioritario para la consecución de una sociedad más igualitaria y democrática. Esta actividad tiene sus antecedentes en el interés suscitado en nuestra comunidad universitaria ante la conferencia dictada por Dña. Rita Prigmore, gitana superviviente del Holocausto nazi, en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla. La asistencia de múltiples asociaciones dedicadas al trabajo social, así como de estudiantes de diferentes facultades, nos permitió valorar positivamente el impacto del uso histórico del Holocausto como estrategia para la promoción de valores positivos entre los futuros profesionales de la educación y del ámbito social. Es por ello que se dictarán tres conferencias en relación directa con el antisemitismo, de centros de prestigio internacional como Yad Vashem- Jerusalem, el Centro Sefarad-Israel o Fundación UNED, además de otras en las que se incorporan las experiencias vividas en centros educativos en zonas de exclusión social (CEPER Polígono Sur de Sevilla) o las respuestas que desde el asociacionismo se dan a la prevención educativa de los delitos de odio (Movimiento contra la Intolerancia). La actividad que se propone pone en valor la experiencia y conocimiento de investigadores y profesionales que desarrollan su tarea en el ámbito socioeducativo desde diversas perspectivas. Objetivos de la actividad Reflexionar sobre la importancia de la dignidad de la persona, los valores democráticos y la universalidad de los derechos humanos. Reflexionar sobre la importancia de la igualdad y el respeto a la persona como unidad constituyente de la realidad social. Ayudar a la construcción de la identidad de los futuros profesionales de la educación a partir de la formación en valores de igualdad y respeto a otras realidades y grupos sociales. Promover una pedagogía de la acogida entre los futuros maestros y pedagogos. Aportar desde la Educación respuestas acerca del tratamiento e intervención para la construcción de una sociedad más justa. Suscitar el análisis de la situación social actual en cuanto al tratamiento de lo considerado “diferente” y su relación con la historia reciente europea. Conocer y utilizar educativamente el Holocausto, paradigma histórico del genocidio, como estrategia para la promoción de valores de igualdad y tolerancia. Programa 17/03/15 [ Sesión de mañana ] 9:30-10:00 h. Presentación de las Jornadas. 10:00-11:30 h. Conferencia: LA EDUCACIÓN PARA LA TOLERANCIA Y LA PREVENCIÓN DE LOS DELITOS DE ODIO. Ponente: Esteban Ibarra. Director Movimiento Contra la Intolerancia. 11:45-13:15 h. Conferencia: «TEXTO Y CONTEXTO – DE LA HISTORIA AL SIGNIFICADO» LA ENSEÑANZA DE LA SHOÁ. FILOSOFÍA EDUCATIVA DE YAD VASHEM. Ponente: Dña. Eliana Rapp Badihi Directora del Departamento de Habla Hispana y Portuguesa de la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto de Yad Vashem- Jerusalem [ Sesión de tarde ] 15:00-16:30 h. Conferencia: EL ANTISEMITISMO Y LA ENSEÑANZA DEL HOLOCAUSTO DESDE UNA PERSPECTIVA INTERNACIONAL.

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Mesa Redonda con Isaac Querub

Isaac Querub ha participado ayer en la mesa «Del laicismo al pluralismo religioso» junto con representantes del Islam, de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa. En el marco de las Jornadas Académicas «25 años después de la guerra fría: Nuevos enfrentamientos, nuevas divisiones«, la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid ha organizado estas jornadas cuyo objetivo ha sido analizar la situación que ha sustituido el enfrentamiento de los bloques durante la guerra fría. En su intervención, el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España ha hecho un recorrido del pueblo judío por esta época, desde la Segunda Guerra Mundial en la que murieron 36 millones de personas, entre ellas 6 millones de judíos, pasando por la posguerra, la fundación del Estado de Israel, el éxodo de los judíos de la URSS y las guerras a las que se vio abocado el recién nacido Israel. Hasta llegar a nuestros días en los que asistimos con preocupación e inquietud a una situación de resurgimiento del antisemitismo en Europa y el auge del Islam radical. Ver vídeo de la mesa redonda con intervención de Isaac Querub a partir del minuto 16’50»

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En nombre del Nombre, por Jorge Rozemblum

Las huestes de las cruzadas cristianas en Europa se enardecían al grito de “Deus vult”, en latín: Dios lo quiere. Una variante de la misma (“Deus lo vult”) aparece como lema en el escudo de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén. Para miles de judíos europeos de los siglos XI al XIII también fueron esas las palabras que oyeron mientras los masacraban (a falta de musulmanes a mano) en el camino a redimir Tierra Santa. Por otra parte, hoy día judíos, cristianos, jazidíes y hasta musulmanes son atacados al grito de “Al·lahu·àkbar” (Dios es el más grande, en árabe): desde los que estrellan un avión contra un edificio, a los que se hacen volar con una carga explosiva en una pizzería, pasando por quien decapita o crucifica a un prisionero, o simplemente se abalanza sobre un viandante en la calle cuchillo en mano. Nosotros, los judíos, tenemos prohibido utilizar Hashem Hamefurash o nombre explícito en hebreo, ni siquiera a la hora de rezar, ya que el conocimiento de este Nombre se perdió tras la destrucción del Segundo Templo. No se trata de algo impronunciable, sino sagrado, únicamente reservado al gran sacerdote en el Templo. Para referirse a la divinidad se utilizan formas alternativas, desde las más conocidas como Adonáy (mi Señor), Elohím(y aún una forma alternativa a la alternativa, Elokím), El Elion (ser superior), En Sof (infinito), Ehyé Asher Ehyé (soy el que soy), Avinu (padre nuestro), Hakadosh Baruj Hu (el santo bendito), etc. En judeoespañol suele usarse también la palabra Dió, evitando la S final de su origen en español, para no atribuirle un número gramatical plural inaceptable. Pero (para mí, al menos) la alternativa más abstracta y significativa es HaShem, simplemente el Nombre, como en la expresión habitual “baruj haShem”, bendito sea el Nombre, equivalente al cristiano, “gracias a Dios”. En pocos días volveremos a conmemorar y festejar Purím, una fiesta cuyo relato se expresa en un libro bíblico, el Rollo de Esther, que no refiere ni tan sólo una vez el Nombre. Aunque la salvación de los judíos en Persia que relata tiene tintes casi milagrosos, dicho texto deja claro que la responsabilidad por la propia supervivencia del pueblo judío está siempre en manos de sus miembros, que depende de sus acciones más incluso que de la fuerza de su fe. No se trata de una grey protegida por Dios, sino de un pueblo que se protege a sí mismo: una conclusión que permite entender mejor el significado del Israel actual como estado, cuyo fundamento es el pueblo judío y no la propia religión, aunque esta sirva de inspiración y vínculo. Dicen los sabios que Purím es una fiesta de confusión en la que estamos autorizados a tomar vino hasta no distinguir entre los nombres del villano Amán y del pío Mardoqueo, a jugar a ser otros mediante disfraces y juegos teatrales, a celebrar con jolgorio el haber estado a punto de ser exterminados, a ayunar y luego participar de un banquete, a reafirmar que los protagonistas y responsables de nuestros actos (de los buenos y los peores) seguimos siendo nosotros mismos. Y que no somos títeres de los dioses del Olimpo, ni procuramos muerte y dolor por su voluntad y dictado. Que no tomamos su Nombre en vano. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad (Editorial semanal publicada el 28 de febrero)

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¡Celebramos Purim el 4 de marzo!

La comunidad judía de España celebra el próximo 4 de marzo  la festividad de Purim,  que corresponde al 14 del mes de Adar del calendario hebreo. Purim es una de las fiestas menores del calendario judío y recuerda la salvación del pueblo hebreo ante la inminente aniquilación en Babilonia. El relato de los acontecimientos se encuentra en el libro de Ester, incluido en el canon bíblico, llamado en hebreo Meguilat Ester. En todas las comunidades se relata la historia de Purim mediante lectura pública del Libro de Ester y se organizan fiestas de disfraces a modo de Carnaval. Historia En el año 450 AEC, el rey Asuero, influido por las calumnias de su ministro Amán había decretado el fin de la presencia judía en su tierra para el mismo 14 de Adar.Después de una serie de pericias de su esposa la reina Ester, de confesión judía, convence a Asuero y el decreto es revocado.El origen de la palabra Purim, plural hebreo de la voz persa Pur que significa suerte, hace referencia en primer lugar a que la fecha elegida para la destrucción fuese echada a suertes y que posteriormente cambiase la suerte del pueblo judío. Costumbres A partir de la Edad Media en las comunidades judías se acostumbra a representar la historia de Purim en lo que se conoce como Purim Shpil. De esta tradición ha derivado la celebración de Purim como un Carnaval. Entre las costumbres de Purim se cuentan también el Mishloaj Manot (envío de manjares) a los amigos y familiares entre los que no fallan los Oznei Amán (galletas dulces características de forma triangular)  así como las Matanot la Evonim (ofrecer caridad y limosna a los pobres). En la sinagoga la lectura del Libro de Ester es amena y didáctica. Durante la lectura, al nombrar al “malvado Amán” algunos, hacen sonar una especie de carracas para acallar el sonido del nombre del pérfido Amán.—

actualidad

Seminario «No a la violencia en nombre de Dios»

Ayer 26 febrero tuvo lugar en la Universidad La Salle de Madrid el Seminario «No en nombre de Dios» que contó con Mario Stofenmacher de Bet-El como representante de la Federación de Comunidades Judías de España. Retranscribimos a continuación la nota de prensa y manifiesto resultados del seminario. Las religiones rechazan todo fundamentalismo y testimonian que es posible un mundo de paz y justicia “Hemos venido a denunciar toda violación de los derechos y libertades inalienables de cualquier ser humano. Hemos venido a rechazar toda instrumentalización de la religión, y del nombre de Dios, para violentar a cualquier persona. Estamos seguros de que en nombre de Dios no se puede violentar nunca a nadie, no se puede justificar ninguna violencia o injusticia. Para nosotros, en nombre de Dios no se puede. Pero tampoco se puede hacer en nombre de una persona, de un poder, de una cultura, de una ideología”. Estas palabras forman parte de manifiesto de las religiones por la paz que se ha proclamado en la clausura del IX Seminario del IERMA (Instituto de Estudios sobre Religiones y Mundo Actual), de la Universidad de La Salle, celebrado en Madrid el pasado jueves, 26 de febrero. Además de mostrar su rechazo a la violencia y a todo fundamentalismo, las religiones han testimoniado con su trabajo y sus proyectos que otro mundo sin violencia es posible en condiciones de paz y justicia. El colegio de los Hermanos de La Salle en Jaffa, en Israel, y la Universidad de Belén, en Palestina, también de La Salle, han compartido su experiencia mostrando que es posible convivir en paz con diversidad de credos, incluso en contextos complicados. Ambas realidades educativas se han presentado en el Seminario del IERMA como oasis de paz para alumnos, familias y profesores siendo estos de diferentes religiones. En la intervención inaugural del Seminario se han abordado también los recientes acontecimientos de París, de Copenhague, de los 21 cristianos coptos condenando expresamente estos actos fanáticos y denunciando que estas situaciones, cuya lista es lamentablemente larga, son demasiadas y deben cesar lo antes posible. El director del IERMA, Carlos Esteban Garcés, ha reivindicado la dignidad de toda persona como referencia inalienable para todas las culturas, los pueblos, las ideologías, pero también para todas las religiones. Solo desde esta dignidad humana se puede comprender a fondo el sentido y los límites de la libertad, también de la libertad de expresión. El profesor Esteban Garcés ha explicado en qué medida Je suis Charlie, nosotros lo somos porque ningún acto violento tiene justificación y las víctimas merecen nuestra sincera solidaridad. Pero también ha indicado en qué medida Je ne suis pas Charlie, no lo somos porque comprender bien la libertad, la de expresión como todas las otras, solo puede hacerse en referencia a la dignidad humana de la que emana, y estando así referida a la dignidad, no puede absolutizarse hasta violentar a las personas. Además de los proyectos educativos de los Hermanos de La Salle, han compartido su perspectiva diversos representantes de algunas tradiciones religiosas. Luis Morente, asesor de la Federación de Comunidades Budistas de España, ha explicado que desde el punto de vista budista, el ejercicio de la violencia en nombre de Dios es un contrasentido que debería suponer el replanteamiento de la propia religión que la origina. Ninguna idea, ha añadido, capaz de producir muerte o sufrimiento puede ser llamada religión. Mario Stofenmacher, Rabino de la Comunidad Judía Masorti BET-EL, en representación de la Federación de Comunidades Judías de España, ha comentado que vivimos en una época en la que hemos conquistado la sanidad, la seguridad, el bienestar, etc, pero estas maravillas construidas durante generaciones desaparecen y se diluyen cuando la violencia se hace presente. No podemos construir desde la violencia, ha denunciado, invitando a trabajar, perseguir y cuidar los pilares sobre los que se sustenta el mundo, la creación de D’s: la justicia, la bondad y la paz.El mundo ha sido creado para nosotros. Somos por tanto nosotros los responsables de esta tarea Sami El Mushtawi director del Departamento Cultural del Centro Cultural Islámico de Madrid, ha proclamado que el islam rechaza la violencia en todas sus formas y aboga por la paz. Ha denunciado que no existe un estado islámico propio de la religión musulmana, porque creen en el Estado civil. El vocablo SALAM, paz, -ha explicado- es constantemente reiterado en El Corán, la paz es uno de los nombres de Dios. Dios invita a la morada de la paz e informa que la Paz predominará entre los moradores del Paraíso (10:10). Estoy seguro, ha añadido, que en todas las culturas y religiones hay gente capaz de tolerar, de comprender y de dialogar con los demás, espero que se unan para hacer un mundo mejor. Ana Calvo Tello, en representación de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, ha indicado que los evangélicos y protestantes creemos que Dios es amor y esto nos debe impulsar a respetar a los que son diferentes a nosotros, a reconocer la dignidad del prójimo y su derecho a vivir con nosotros. El mensaje de Jesucristo nos insta a renunciar a la violencia y a trabajar a favor de la reconciliación y resolución pacífica de los conflictos. Debemos comprometernos también a denunciar a los que se amparan en la religión para ejercer la violencia, no son nuestros ni representan nuestra creencia, denunció. Concluyó citando un discurso de Martin Luther King en 1964, en la Universidad de Oslo cuando fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz: “Tarde o temprano todos los pueblos del mundo tendrán que hallar una manera de vivir en paz y con ello transformar este lamento universal en un creativo Salmo de hermandad (…). Me niego a aceptar la desesperanza como la respuesta final a las ambigüedades de la historia (…). Creo también que un día, toda la humanidad se inclinará ante el poder de Dios”. El Seminario ha concluido con la proclamación de un manifiesto que expresa el sentir compartido de todas las tradiciones religiosas presentes en

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Los judíos españoles, consternados por el atentado antisemita en Conpenhague

La FCJE, institución que representa oficialmente a los judíos españoles,  lamenta con profunda tristeza e inquietud, un nuevo asesinato antisemita, esta vez en Copenhague, capital de Dinamarca. Al parecer, el modus operandi ha sido muy similar al llevado a cabo en los atentados de Paris: primero un ataque contra la libertad de expresión intentando matar al caricaturista Lars Vilks quien asistía – junto al Embajador de Francia- a un acto público donde se debatía sobre humor y blasfemia en el que murió una persona y después un ataque contra una sinagoga en el que ha muerto un joven danés judío. Desde España, enviamos nuestras condolencias a la familia del fallecido, a la comunidad judía danesa y al pueblo de Dinamarca. Una vez más, nos vemos en la necesidad de urgir a las autoridades españolas y europeas a que tomen las medidas pertinentes para controlar a los autores intelectuales del terror islamista y perseguir a los criminales. Además resulta fundamental la legislación para penalizar la incitación al odio y al antisemitismo así como la educación para promover el conocimiento y el respeto por el prójimo.  La Vanguardia: La comunidad judía de España se siente protegida, según su presidente

actividades culturales

Mesa redonda «Historia de la literatura hebrea y judía» en Madrid

La Hagadá Dorada de Barcelona, ca. 1320, British Library,Londres, Ms Add. 27210, f. 15 r. Desde Filón de Alejandría a Abraham B. Yehoshua, a través de más de tres mil años de creación literaria en lengua hebrea la «Historia de la literatura hebrea y judía» dirigida por Gaudalupe Seijas para Editorial Trotta abarca textos religiosos cruciales en la historia de la humanidad, narrativa, poesía, obras científicas y filosóficas. También incluye las obras de autores judíos que escribieron en griego, árabe o en otras lenguas propias como el sefardí o el yídis. El Centro Sefarad Israel convoca a una mesa redonda el próximo 19 de febrero a las 19h00 en su sede de la calle Mayor 69 de Madrid para hablar de tan interesante obra, en la que participarán la profesora Guadalupe Seijas, hebraísta perteneciente al Dpto. de Estudios Hebreos y Arameos de la UCM y responsable de la edición, y los profesores Julio Trebolle, Raquel García Lozano y  Luis Vegas (también hebraístas de la UCM), y  Miguel García-Baró, experto en pensamiento judío de la Universidad Pontificia de Comillas.

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