septiembre 2015

actualidad, comunicado, efemérides, libertad religiosa

En el 50 aniversario de la Declaración Nostra Aetate

La Federación de Comunidades Judías de España celebra el 50 aniversario de la Declaración Nostra Aetate Los judíos españoles nos sumamos a los actos de homenaje  organizados por la Conferencia Episcopal Española con motivo de  los 50 años del Concilio Vaticano II y la histórica Declaración Nostra Aetate que hoy celebramos. Nostra Aetate supuso el fin de la acusación de deicidio que tanto daño hizo al pueblo judío y significó un cambio radical en las relaciones entre la Iglesia Católica y el Judaísmo Durante estos 50 años han sido muchos los gestos  realizados  por los diferentes Papas  -principalmente por Juan XXIII, Juan Pablo II y Francisco-  hacia el mundo judío  si bien  el camino es largo y debemos seguir trabajando  todos  en la enseñanza del mutuo respeto y aprecio. Como ha comprobado el Papa Francisco, nuestras sinagogas están abiertas para albergar encuentros y fomentar el diálogo fraternal con la Iglesia Católica y el resto de confesiones con el fin de responder juntos a algunos de los retos más importantes de la sociedad actual como son la pobreza, los éxodos forzados, la justicia social, la libertad, los derechos humanos, la diversidad, el fanatismo excluyente y la protección del Medioambiente entre otros.

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La Comunidad Judía de España celebra la fiesta de los Tabernáculos

Los judíos españoles celebramos a partir de la tarde del domingo 27 de septiembre la Fiesta de Sucot que durará hasta el próximo miércoles 7 de octubre. «El día quince del mes séptimo será festividad de las cabañas para el Eterno, que durará siete días (Levítico 23:34), y así: «Viviréis en cabañas esos siete días. Cada nativo de Israel habitará en cabañas, para que vuestras generaciones sepan que hice habitar a los hijos de Israel en tiendas cuando los liberé de la tierra de Egipto» (Levítico 23:42-43). Significado: De las tres fiestas de peregrinaje, la de Tabernáculos, también conocida como la fiesta de las Cabañas (Sucot) es la más larga y una de las más gozosas de las celebraciones del calendario bíblico. Se trata de una celebración de gratitud y alabanza al Señor por la cosecha. Después de un año de esfuerzo cultivando la tierra llega el momento satisfactorio de la recogida. También recuerda los 40 años vagando por el desierto en el camino de la esclavitud de Egipto a la libertad en la tierra de Israel. Es aquí donde se forja el carácter espiritual y de unión del pueblo. Costumbre: se suele construir una cabaña (Sucá) en las terrazas de las casas, en el jardín, etc… con hojas de palma y con visibilidad al cielo. No tiene puertas para que puedan entrar los invitados, está abierta por los cuatro costados. La sucá recuerda las antiguas viviendas en el desierto y el precepto dice que durante siete días se debe vivir en ella. Allí se comerá y se recita la bendición sobre las cuatro especies que, según el Midrash, representan los cuatro tipos de personas que integran la nación judía: el limón, la hoja de palma, la rama de mirto y la hoja de sauce. El precepto de combinar estos cuatro elementos promueve la idea de la unidad del pueblo. A la sucá se imboca a los patriarcas y grandes hombres espirituales del pueblo como Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Aarón, José y el rey David. Además se comparte la fiesta con la familia, vecinos, gentes ajenas, etc. Durante los dos primeros días festivos rigen las normas del shabat: se acude a la sinagoga y se rezan las oraciones típicas de esta fiesta. El séptimo día de Sucot se llama Hoshana Raba («Gran salvación») y cierra el período del juicio divino comenzado por Rosh Hashaná.

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La comunidad judía española se prepara para recibir el Año Nuevo, el 5776

“En el mes de Tishri , el primero de mes , será día sabático , día de recuerdo con sonido de Shofar … »                                                                                  (Levítico 23-24) ­­­ En la noche del próximo domingo 13 de septiembre la Comunidad Judía española celebra la entrada de un nuevo año: el 5776 según el calendario hebreo. En este día el pueblo judío conmemora la creación del ser humano y marca unos días de balance espiritual en los que el fiel realiza un examen de conciencia para superar todos los errores cometidos en el año que concluye. Cada Rosh Hashaná (Año Nuevo) es una oportunidad de mejorar, renacer y cambiar el rumbo de la vida. El fiel pide perdón por sus faltas ante los hombres y ante Dios. La tradición manda que en todos los hogares judíos, las chicas enciendan las velas esta noche especial y reciten bendiciones. En la sinagoga también hay unas lecturas especiales y se toca el  Shofar, una especie de trompeta fabricada con un cuerno de carnero, cuyo sonido invita a “despertar” la conciencia de las personas con el fin de arrepentirse de los malos actos y volver a Dios. En Rosh Hashaná comemos algunos alimentos especiales (todos ellos con una simbología particular), que simbolizan bendición, como la cabeza del carnero, dátiles, manzana con miel, puerro, acelgas, calabaza y muchos alimentos dulces, con el fin de buscar que el año que comenzamos sea tan dulce como la miel. El periodo de reflexión que comienza en Rosh Hashaná dura 10 días y culmina en Yom Kipur (que será el miércoles 23 de septiembre). El sonido del Shofar  rompe el silencio y anuncia la concesión del perdón tras el arrepentimiento. Durante el día de Yom Kipur mucha gente suele ayunar. Con la caída de la tarde se rompe el ayuno con una comida particularmente alegre. Hay un sentimiento de gozo y alivio que viene de haber experimentado un día de introspección y oración aparte del sentido del perdón divino. Es especialmente apropiado buscar en la sinagoga aquellas personas que están solas e invitarlas a sentarse a nuestra mesa.

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Aylan y Kihan, por Jorge Rozemblum

Aunque la guerra en Siria ha producido en estos cuatro años cientos de miles de muertos, millones de heridos y desplazados, y un enorme dolor y terror en la zona, Europa parece haber descubierto la tragedia sólo ahora, con las terribles imágenes del cuerpo inánime de Aylan, un niño kurdo de tres años de edad, acunado por el mar en la orilla turca de la que zarpó con su familia. Si hubieran logrado llegar a la orilla de una cercana isla, estarían recorriendo (como otros decenas de miles) la ruta del éxodo hasta nuestra Tierra Prometida, pasando por otras tantas estaciones del crimen organizado, esquivando que el destino volviera a enseñarse y los asfixiase en un camión sin ventilación abandonado en alguna carretera del Paraíso. Pero entonces no tendríamos la iluminación suficiente ni el vaivén de las olas playeras para dar cuenta mediática del mismo grado de horror, como tampoco tuvimos la oportunidad de conocer el nombre y la historia de los otros miles de niños de su misma edad que fueron despedazados por las bombas de barril del ejército sirio, o en el fuego cruzado entre kurdos y miembros del Daesh. Ni tampoco nos escandalizan tanto aquellos que han sobrevivido para ver a sus padres llorar de desesperación en las estaciones de tren húngaras y proteger con sus cuerpos empujados y zarandeados una bolsa de aire libre en un vagón que no partirá a destino. Entre ellos habló Kihan, que a sus 13 años, supo explicar lo que los políticos y analistas no pueden o quieren ver: «si paran la guerra, no querremos venir a Europa». Porque sí, hay que encontrar una salida urgente a los que huyen del conflicto y prefieren arriesgarse a perderlo todo (incluida la vida) en el intento, a ser “acogidos” en algún país musulmán (incluida la europea Turquía). Pero si no se pone en marcha inmediatamente una gran fuerza militar internacional para intervenir y controlar la sangría en su origen, las consecuencias serán seguramente cada vez peores y tendremos que acostumbrarnos a vivir con la muerte llamando (literalmente) a nuestras puertas. Este conflicto comenzó como una llama más de las Primaveras Árabes que encendieron el Oriente Próximo cuando quien se dedicaba a apagar los fuegos fue condecorado como líder de la paz tras dejar claro que no intervendría militarmente en ningún caso, como quedó patente cuando se confirmó la utilización de armas químicas contra civiles. Pero aunque el Egeo todavía quede lejos del Río Grande, su resaca de muerte la acercará, como nos ha impactado y desnudado a los europeos frente a nuestra propia miseria. No podemos limitarnos a combatir los síntomas, el horror que nos impacte cuando los medios de comunicación así lo estimen: hay que actuar sobre la fuente de la enfermedad. Aunque para ellos tengamos que asumir nuestra propia cuota de sacrificio: en vidas, en recursos y en mentalizarnos que estamos en guerra, aunque hasta ahora hayamos centrado toda nuestra atención en nuestro propio ombligo. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad

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Plataforma para la obtención del certificado de origen sefardí

Español: La plataforma para la solicitud del Certificado expedido por el Presidente de la Comisión Permanente de la Federación de Comunidades Judías de España que según indica la instrucción será necesario para solicitar la nacionalidad española se encuentra en el siguiente link: certificadosefardies.fcje.org English: This is the link to the platform for the application of the Certificate issued by the President of the Permanent Commission of the Spanish Federation of Jewish Communities which will be required for the application for the Spanish citizenship certificadosefardies.fcje.org Français: La plateforme digitale pour la demande de Certificat issu par le Président de la Commission Permanente de la Fédération des Communautés Juives d’Espagne qui sera nécessaire pour la demande de la nationalité Espagnole se trouve sur le site suivant: certificadosefardies.fcje.org

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