16 de abril de 2013

actividades culturales, agenda, Shoá

Se cumplen 70 años del levantamiento del Gueto de Varsovia

Entre el 19 de abril y 16 de mayo de 1943 se produjo una de las pocas insurrecciones de los judíos durante el Holocausto. El motivo fue la segunda deportación masiva de judíos del gueto hacia campos de concentración y exterminio . Desde 1940 vivían hacinados en el gueto más de medio millón de judíos de Varsovia y otras partes de Polonia y Europa del Este. En el verano de 1942 alrededor de 300.000 judíos fueron deportados Treblinka. Cuando la información sobre los asesinatos en masa se filtró en el gueto, un grupo de jóvenes liderados por Mordejai Anielewicz, de 23 años, formó una organización llamada ZOB (Organización Judía de Combate en sus siglas en polaco).  Con pocas armas caseras y de contrabando y mucho coraje mantuvieron en jaque al ejército nazi durante casi un mes de intensos combates. Construyeron bunkers y más de 600 refugios antiaéreos. Los 750 combatientes resistieron hasta que se produjo la destrucción total del gueto que quedó reducido a cenizas. El último acto del ejército nazi fue la voladura de la sinagoga de Varsovia como símbolo del fin de la presencia judía en la ciudad. De los más de 56.000 judíos capturados, aproximadamente 7.000 fueron fusilados, y los restantes fueron deportados a campos. Durante las batallas la resistencia polaca liberó a cerca de 400 judíos del gueto. El líder Anielewicz cayó, pero sus compañeros Isaac Cukierman y Zivia Lubetkin sobrevivieron. Se instalaron en Israel y años después testificaron en el juicio contra Adolf Eichmann, el responsable de los “trenes de la muerte”. Con motivo de este aniversario se celebra un acto de Memoria el jueves 18 de abril a las 16.30 h en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid abierto al público general. Programa:  16: 30  Presentación del Seminario 16:45  Prof. Grzegorz Bak (Filología Eslava, UCM)Polonia y Varsovia de la II Guerra Mundial 17:15  Prof. Angel Encinas (Filología Eslava, UCM) y Henar Corbí (Casa Sefarad)El Gueto de Varsovia y la Insurrección del 19 de Abril. Historia y significación 18: 00 Descanso 18: 15 Prof. José Luis Sagüés (Filología Alemana, UCM)Escritura y vida en la memoria de lo innombrable: textos de Kohlhaase y Jurek Becker 18: 45 Mesa Redonda: Memoria del Gueto y Cultura de EuropaIntervienen:Prof. Arno Gimber (Filología Alemana, UCM),Prof. Javier Fernández Vallina (Estudios Hebreos y Arameos, UCM)Prof. Edyta Kwiatkowska-Faryś (Universidad de Poznań, directora adjunta del Instituto Polaco de Cultura),Amelia Serraller (Filología Eslava, UCM) 19:30 Coloquio General

actualidad, opinión, sección de Abraham Barchilon

Nazismo es nazismo, por Abraham Barchilón

Estamos asistiendo estos días a unos hechos lamentables en toda sociedad democrática como son los acosos, intimidaciones e insultos a los políticos, de un partido en concreto, alterando la tranquilidad de sus familiares y convecinos. Y ello con el beneplácito de otros o contribuyendo indirectamente a los mismos bajo el paraguas de la indefinición, o el intento de justificarlos en base a otros males o distorsiones  que  vive la  sociedad española en particular y la occidental en general. Pero tras el preámbulo, quisiera denunciar públicamente el uso y “manoseo” que se está haciendo, por parte de diversos políticos del PP, del término “nazismo” para definir los   mal denominados escraches cuando, en terminología española, serían actos de “Kale borroka“, es decir,  señalar al que no comparte su forma de pensar o actuar. Es curiosa la terminología adoptada – escraches- para definir estas actuaciones, y quizás si preguntáramos ¿Qué significan? ¿Dónde y para qué se usaron?, no sabrían decirnos que fue la reacción / protesta de la sociedad argentina ante la impunidad declarada de los asesinos de un régimen pero no la reacción / protesta para coaccionar e intimidar a personas elegidas democráticamente. Aunque la mayoría entendamos su desesperación, ésta debe ser expuesta por otros cauces.           Para definir ese fenómeno urbano ¿político?,  ¿social?, se viene, por los afectados y sus conmilitones, a  adjetivarlos con el término “nazismo“, ese  movimiento execrable, lamentable, del que primero fuimos víctimas los judíos, después los gitanos y posteriormente los que, en definitiva, eran o decían que eran diferentes a los asesinos  y malvados, que no dementes, que se creían superiores. El Nazismo provocó una  guerra mundial, un genocidio y cincuenta millones de muertos. Sus víctimas merecen un respeto, que no se cambie el significado de lo que provocó aquella catástrofe humana, por lamentables que sean las nuevas y deplorables formas de las conductas antisociales y antidemocráticas que está viviendo la sociedad española. Los  términos significan lo que han sido en la historia. Ni las opciones políticas de derechas deben emplear el término “nazismo” para defenderse, ni la izquierda debe ir acusando de “fascista” a los que no comulgan con sus opiniones, pues ambas terminologías tienen, desgraciadamente, la trascendencia histórica que tienen. Aquellos criminales hechos del nazismo, que provocaron el holocausto, pasaron a la historia bajo el lema “Perdonar pero no olvidar” y ese recuerdo permanente es lo que nos debe llevar a no desvirtuar los términos, pues las nuevas generaciones y la débil memoria histórica de la sociedad española, podrían conducir a equiparar palabras que no son sinónimos y para los que nuestra rica lengua española tiene vocablos suficientes como para definirlos correctamente. El emplear esa criminal ideología como vocablo para criticar comportamientos actuales, en estos tiempos donde, lamentablemente, comprobamos como en algunos países –Austria, Grecia, Italia…- proliferan movimientos próximos al nazismo, debería llevar a la clase política a cuidar sus denominaciones y pronunciamientos. Abraham Barchilón es abogado y ha sido miembro de sucesivas juntas directivas de la Comunidad Judía de les Illes Balears

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