22 de febrero de 2013

opinión, sección de Abraham Barchilon

Lamentable Sr. Herrera, por Abraham Barchilón

Me dirigía el pasado miércoles a las 08.00 horas, afortunadamente, a desempeñar esa noble función que es trabajar y, como cada día, en  mi vehículo veía un nuevo amanecer con la esperanza de que la sociedad española no fuera golpeada nuevamente por aquellos dime y diretes de unos y otros. Tenía en mi pensamiento que, quizás, este día hubiera un aire de renovación como consecuencia del debate del estado de la Nación, programado en nuestro Parlamento. Lejos de esa cantinela que cada día nos hace escuchar el conocido locutor sobre si la sociedad duerme,  o que se acaba el tiempo para entrar  en actividad, o su empeño en pronunciar palabras deformadas, al igual que las que escriben nuestros jóvenes en los mensajes y en las redes sociales,  el Sr. Herrera me sorprendió con algo indigno de él. Al comentar el locutor ese gran acontecimiento político, como es el debate del estado de la nación, y cuya parte más importante es la referida a la proyección de futuro, en un minuto escaso, se convierte el citado periodista en el  representante de la España más antigua, carca, antisemita y antijudía que yo, como español y judío, creía ya trasnochada. Lo lamentable de todo ello no es sólo la exposición de esos sentimientos sino que su posición  como comunicador, a la vez que realza sus opiniones, hace más inconcebible que en un medio de comunicación se hagan esas manifestaciones. En ese escaso minuto, por dos veces, el Sr. Carlos Herrera, refiriéndose a la intervención que tendría en el debate el jefe de la oposición Sr. Rubalcaba, lo hacía diciendo que “hebraría” al Presidente del Gobierno. Expresión que no puede ser más deplorable en pleno siglo XXI,  utilizada en la época triste y gris de la inquisición española,  de uso vulgar, que no figura ya en el Diccionario, aunque sí otras similares, análogas y también ofensivas o vejatorias – como judiada, por ejemplo – que la Real Academia Española, por cierto, se negó a eliminar, a pesar de la petición de someterlo a la consideración de la Asamblea General de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Por todo ello, considero que el lenguaje debe ser cuidado en extremo, en beneficio de la sociedad. Relacionar religiones con prácticas nada edificantes, es retroceder en la historia, cuestión por la que no hemos apostado los españoles y que merece un mayor respeto, principalmente  de los que utilizan los medios de comunicación… Abraham Barchilón es abogado.

actividades culturales, agenda, antisemitismo

«L’estigma?» éxito de audiencia en el circuito comercial

El documental L’estigma? Todo lo que tendrías que saber de Martí Sans (Altervideo, 2011) una reflexión sobre el prejucio antijudío en la sociedad catalana que ha contado con el apoyo de la Federación de Comunidades Judías de España.El estreno en el circuito comercial que tuvo lugar el pasado 26 de enero en los Cines Girona de Barcelona formaba parte de los actos conmemorativos del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. La sala estuvo repleta durante la proyección y posterior coloquio con tres de los protagonistas del documental: el doctor en filosofía y teología Josep Montserrat, el escritor Vicenç Villatoro, el profesor de ciencia política Xavier Torrens y el director de la película Martí Sans, que hizo de moderador.En las intervenciones se oyó alguna voz crítica con el Estado de Israel respeto el conflicto con Palestina, a pesar de que el intercambio de pareceres fue en todo momento calmado. Martí Sans, en declaraciones al Singular Digital, valoró muy positivamente la acogida del público y la apuesta de los Cines Girona.El documental se ha proyectado los tres jueves consecutivos al 26 de enero, con la presencia de su director que ha contestado a las preguntas del público asistente.Debida a la buena acogida del film los Cines Girona han decidido programar L’estigma? dos días más: jueves 21 de febrero a las 17:30h y viernes 1 de marzo a les 18:00h Entrevista al realizador Martí Sans  en Radio SefaradLa Vanguardia: Artículo de Pilar Rahola, El estigma

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